Equo Almería Verdes “La peor solución posible: el traslado de la estación a Huércal”
Para el partido ecologista, no era necesario trasladar la estación porque había alternativa a través de un bypass.
Consideran que el modelo de la Alta Velocidad, "elitista y fuertemente subvencionado", va en detrimento de un tren público, sostenible y accesible.
Desde el partido verde se celebra el inicio de las obras de soterramiento del paso a nivel del Puche, un punto negro impropio de una ciudad europea del S.XXI, y que gracias a la presión social va a ver la luz. El paso del AVE por el barrio almeriense de El Puche ha venido causando polémica desde la presentación del proyecto de itinerario del tren de alta velocidad entra Almería y Murcia.
Sin embargo, según ha precisado la formación verde en un comunicado, consideran que no era necesario trasladar la estación porque había alternativa a través de un bypass, con materiales reutilizables y ejecución en 30 días, evitando los perjuicios a los viajeros y trabajadores. Sin embargo, la solución adoptada es la peor de las posibles, de mayor coste y duración (1 año).
Además del trastorno que supone acarrear maletas, sobre todo para colectivos vulnerables, se aumenta el tiempo de viaje a los ya excesivos tiempos en destinos como Madrid o Sevilla (por el transbordo Granada-Antequera), convirtiendo al tren en una de las opciones menos interesantes para viajar. Así lo confirma el desplome de pasajeros producido a causa de los cortes de Granada-Antequera, y el consiguiente aumento (hasta de 10 puntos) del uso del avión “Air Nostrum” y del tráfico por carretera.
No sólo ha faltado sensibilidad ante los usuarios sino que además no ha hay ningún tipo de compensación en las tarifas de los billetes u otro tipo de contrapartidas que puedan amortiguar, de algún modo, las molestias con las que va a tener que lidiar el pasajero.
Disponer de un transporte ferroviario de pasajeros y mercancías digno del S. XXI es un objetivo justo social, económica y ambientalmente de primer orden para la provincia de Almería, pero el modelo de la Alta Velocidad va en detrimento de un ferrocarril público, sostenible y accesible.
Si bien el AVE beneficia la rápida distribución de producción hortofrutícola y el destino turístico oculta el alto coste energético, unas infraestructuras de gran impacto ambiental, la fragmentación del territorio, la desconexión de los pequeños municipios y zonas rurales, así como el uso elitista por su elevado precio, que además es fuertemente subvencionado con el dinero de todos. De ahí la escasa inversión en el resto de la red convencional y de cercanías, con el cierre de líneas de media y larga distancia, de estaciones, etc. con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y servicios. Éstas han sido las políticas desarrolladas por los distintos gobiernos del PP y PSOE durante los últimos 25 años, que han dado jugosos beneficios a constructoras y financieras, pero a costa de generar una desorbitada deuda pública, siendo la causa de buena parte del abandono que sufre el tren convencional, y del retraso que padece Almería.
Para la coportavoz Emilia Cruz Oliver, “hay que mirar estratégicamente, aprovechando las infraestructuras existentes y valorando alternativas más eficaces, eficientes y económicas que vertebre el territorio. Por ejemplo, con trenes de velocidad alta hasta Murcia (200 km/h), con plataforma de doble vía (para mercancías y pasajeros) compatible con la circulación de trenes convencionales y paradas intermedias, muchísimo más económicos por kilómetro de construcción y mantenimiento, tal y como se ha hecho en los países centroeuropeos. En cambio, nos quieren traer un AVE de segunda, sin plataforma de doble vía, con la incertidumbre sobre su integración en Almería capital y su conexión con el puerto, etc; a la vez que urge la mejora del trazado de la línea convencional (Almería-Granada y Almería-Linares), así como la electrificación del tramo Huéneja-Linares-Baeza para viajar a Madrid con tracción eléctrica, poner en funcionamiento el tren de cercanías entre Almería y Santa Fe de Mondújar, así como un ramal para conectar el Poniente, y establecer un adecuado mantenimiento que acabe con las continuas averías y retrasos”.
Paradójica situación, por una parte el inicio de la primera fase de acondicionamiento de las infraestructuras del AVE, y por otra la posibilidad de encontrarnos ante un brusco descenso del uso del tren a corto y medio plazo. Ello puede suponer la puntilla definitiva al ferrocarril en nuestra provincia como alternativa de movilidad limpia, eficaz y accesible para todas las personas frente al modelo contaminante del transporte por carretera y avión. Demasiadas incertidumbres que alejan un futuro claro capaz de sacar a Almería del aislamiento ferroviario”.