Vladimir Putin juega con Rusia la Eurocopa
El presidente ruso ha dicho que sus muchachos están en Francia para enfrentarse (y vencer ¡только победа!) con honor y orgullo a sus rivales. Más bien tendríamos que hablar de enemigos en esta nueva guerra fría en la que estamos inmersos.
Aquí en la Eurocopa el fútbol y la política irremediablemente se mezclan pues existe una confrontación que proviene de vieja data. Aunque haya caído el comunismo y por ende la Unión Soviética hay muchos nostálgicos que se niegan a aceptar esa cruel realidad.
Otros, por el contrario, exhiben el poderío del nacionalismo ruso que adora a su máximo líder o «zar» Vladimir Putin. Rusia debe recuperar su vocación de imperial como los está demostrando en sus intervenciones bélicas en distintos sitios del planeta.
Putin juega también en el equipo ruso, y no es un jugador cualquiera, él es el jugador estrella que lleva el número 10 en la camiseta.
Estamos ante un presidente que ordena enviar un submarino nuclear a las costas de Gran Bretaña antes del encuentro que enfrentaba a los dos países en Marsella. Un presidente que organiza a las barras bravas y las manda a sembrar el caos y la destrucción en el centro de Marsella para darle una lección a los indeseables hooligans (a los que acusa de haberlos provocado)
Vladimir Putin sabe mover el balón con astucia y destreza. Aunque su equipo haya perdido él ha logrado meterle a la Unión Europea un golazo con la mano y en fuera de lugar.