Manifestaciones multitudinarias en Argentina ante la sentencia del crimen de Lucía Pérez
El fallo de absolución por agresión sexual y asesinato de la adolescente de 16 años es el enésimo caso que pone sobre la mesa la impunidad ante los feminicidios en Argentina. Miles de mujeres salieron a las calles exigiendo mecanismos de justicia y protección.
Argentina vivió un nuevo paro nacional de mujeres en la movilización movilización para reclamar justicia por Lucía Pérez y todas las víctimas de femicidios. El reclamo está puesto sobre la justicia patriarcal que en un fallo sin perspectiva género absolvió a los acusados por el femicidio de Lucía (encontrándolos culpables por venta de drogas).
Lucía Pérez, la adolescente de 16 años, fue violada, torturada, empalada y asesinada en octubre pasado en Mar del Plata.
Los jueces Pablo Viñas, Juan Gómez Urso y Aldo Carnevale consideraron que no pudo ser probado ni el abuso sexual ni el asesinato de Lucía, por lo que decidieron por unanimidad, absolver por a Matías Farías (25 años), Juan Pablo Offidani (43) y Alejandro Maciel (61), este último solo fue imputado de encubrimiento.
En todas las ciudades del país, el movimiento feminista de mujeres y disidentes se movilizó reclamando justicia. En la Ciudad de Buenos Aires, de Tribunales a Plaza de Mayo, decenas de miles engrosaron la columna encabezada por el colectivo “Ni Una Menos”.
“Este fallo no solo deja impune el crimen de Lucía, sino que es un mensaje de disciplinamiento a todo el movimiento de mujeres porque criminaliza la autonomía vital, poniendo entre los fundamentos para absolver a los feminicidas, que Lucía ‘cogía con quien quería’”, señaló Verónica Gago, de Ni Una Menos.
La cantidad de femicidios por año es atroz, una mujer es asesinada cada 30 horas. Siguiendo los datos relevados por el “Observatorio Ahora sí que nos ven” durante la gestión de Mauricio Macri, desde diciembre del 2015 a noviembre del 2018, se registró un total de 895 femicidios, de los cuales en el 82% de los casos el agresor era del círculo íntimo de la víctima. El 17% del total ya había realizado denuncias y el 11% contaba con medidas judiciales de protección. Sumado a esto, 530 casos fueron dentro de la vivienda de la víctima. En lo que va del año se registraron 260 femicidios.
Las estadísticas muestran que no son casos aislados, no es culpa de las mujeres, no importa su personalidad ni cómo iba vestida. El problema son los violadores y la justicia que los ampara. Muchas de las mujeres habían realizado denuncias por violencia pero no tuvieron la protección necesaria. Muchas convivían con el agresor pero no tuvieron las herramientas para salir de esa situación. La misma justicia patriarcal que absolvió a los femicidas de Lucía un par de días atrás es la misma que hace oídos sordos a muchas mujeres no tomando como válidas sus denuncias.
Los datos reflejan una realidad que el gobierno no está dispuesto a afrontar, muy por el contrario, continúa recortando presupuesto para campañas, subsidios y planes para las víctimas de violencia de género. Los fondos que se destinan para erradicar la violencia son mínimos y las consecuencias son letales: una mujer es asesinada cada 30 horas.