Las situaciones de estrés explican el aumento en el consumo de medicamentos antidepresivos
Los datos están ahí, en varios informes de revistas médicas y encuestas de organizaciones de salud, el aumento de medicamentos antidepresivos ocurre en ocasiones debido a situaciones de crisis emocional y debilidad económica.
El estudio «Atlas de la salud de la población de 50 y más años en Cataluña», que recoge datos de la Encuesta de Salud de Cataluña desde 2002 ofrece datos muy interesantes, como por ejemplo que el consumo de antidepresivos ha ido creciendo de manera sostenida entre los años 2002 y 2012, y que en ese año, los porcentajes doblan al del primer año.
Es curiosa también la brecha de género, pues el 18% de las mujeres mayores de 50 años toman este tipo de medicamentos, y en los hombres ese porcentaje se reduce al 7%.
No obstante, el autor del estudio, Jeroen Spijker pone el foco en algunas de las contradicciones en el comportamiento de la población, pues algunos índices como la esperanza de vida o la salud autopercibida sí presentan una mejora durante los años más duros de recesión y crisis.
Para esta aparente contradicción, la literatura académica ya recoge lo que se conoce como «comportamiento anticíclico» que muestra que cuando la economía mejora, empeora la salud, y viceversa. Todo esto es una percepción ciudadana, no una realidad cuantificable.
Reino Unido y el Brexit
Otro dato interesante que relaciona el estrés, la ansiedad y la depresión con la situación económica y política lo vemos en el Reino Unido.
La revista médica británica BMJ ha publicado un estudio en el que se afirma que la prescripción médica de antidepresivos en el Reino Unido aumentó un 13,4% en ese territorio por la incertidumbre generada tras el Brexit en junio de 2016.
Este hallazgo, según reconocen los investigadores, puede estar sujeto a varias interpretaciones, pero la que ellos fijan como más posible es la creciente inseguridad de la población respecto a la economía y la sociedad después de la votación para la salida del bloque europea.
Si se atiende como válida la hipótesis de que los eventos sociales y económicos más importantes pueden afectar a la salud mental de una nación, este estudio pretende averiguar si el resultado del Brexit puede haber tenido efectos a corto plazo en la población británica.
En ambos estudios, tanto el británico como el realizado en Cataluña, se estudiaron indicadores como el consumo de medicamentos antidepresivos, tranquilizantes o sedantes, para la tensión arterial, prescripción para la diabetes, apra tratar la anemia o los relajantes musculares, entre otros.
¿Confían los ciudadanos en los tratamientos antidepresivos?
Los datos de incremento en el consumo de antidepresivos ante situaciones de estrés o problemas económicos se enfrentan también a la percepción que tienen los ciudadanos de este tipo de medicamentos.
La última encuestmenos del 50% de los españoles confía en los antidepresivos. Un 23% de los encuestados afirman no confiar en los efectos positivos para la salud de estos fármacos mientras que un 30% confían algo o poco, dejando lugar a un camino entre la confianza y la desconfianza.
¿Cuáles son las recomendaciones a seguir si se inician tratamientos con estos fármacos?
Los fármacos antidepresivos son muchos y muy variados, y siempre han de ser una alternativa en caso de que fallen otros métodos de prevención de esta enfermedad mental.
Si la depresión no se trata adecuadamente, esta enfermedad puede durar de 6 meses a un año e incluso hacerse crónica. En cuanto a las recomendaciones sobre su uso, el psicólogo Gerardo Castaño analiza en su post los distintos tipos de antidepresivos, repasando algunas marcas de antidepresivos.
Por supuesto, la primera clave es seguir las indicaciones de un profesional médico, pues la automedicación con un tema tan importante como la depresión puede tener consecuencias muy graves.
Una vez iniciado el tratamiento, una norma general es que cuanto menor sea la frecuencia con la que se tiene que tomar el medicamente, más cómodo es para el paciente tomar las dosis para tratar los problemas mentales, y menor dependencia existe del medicamento.
Finalmente, es aconsejable guardar mucha cautela con estos fármacos, pues su combinación con otros medicamentos puede ser peligrosa, de ahí la importancia de atender las indicaciones de los profesionales de salud.