CEAR reclama el fin de las muertes en el mar: «Ilegal es dejarles morir»
Bajo este lema, CEAR ha unido las voces de una mujer refugiada que fue rescatada por el ‘Aquarius’ con la de responsables municipales de Italia-España y artistas en una jornada organizada junto a Causas CEAR y el Ayuntamiento de Madrid
Ayer, Día Internacional del Migrante, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reclamó medidas urgentes para poner fin a las muertes en el Mediterráneo, y en concreto a las que se producen en las costas españolas, en las que solo este año habrían fallecido al menos 744 personas tratando de llegar a nuestro país.
En la jornada “Ilegal es dejarles morir. Diálogo sobre derechos humanos desde la acción” celebrada en el espacio CentroCentro del Ayuntamiento de Madrid, se abordaron desde distintos enfoques las consecuencias de la falta de vías legales para las personas migrantes y refugiadas, y un segundo espacio con propuestas artísticas bajo el enfoque de derechos humanos.
En la presentación, Marta Higueras, primera teniente de alcalde, Mauricio Valiente, tercer teniente alcalde del Ayuntamiento de Madrid, destacaron el compromiso de la capital con las personas refugiadas y por este motivo apoyan este diálogo sobre derechos humanos para recordar “la omisión del deber de socorro es un delito”.
Por su parte, la directora de CEAR, Estrella Galán, denunció “el auge de los mensajes xenófobos y tóxicos que no tienen en cuenta que ninguna persona es ilegal, lo ilegal es incumplir los tratados internacionales”.
En el debate, la ex alcaldesa de Lampedusa y Premio UNESCO por la Paz, Giuseppina Nicolini, quiso recordar la solidaridad de los vecinos de la isla, una de las más afectadas por los naufragios en el Mediterráneo: «Los supervivientes nos contaban historias terribles de violaciones a mujeres o de niños prisioneros en Libia. Hemos podido superar estas tragedias porque también rescatamos a muchas personas. Durante estos años hemos salvado 300.000 vidas. Debemos contrarrestar el miedo con la cultura del valor, la paz y la solidaridad de estas personas”, subrayó.
Por su parte Miguel Molina, alcalde de Barbate (Cádiz), una de las localidades más afectadas por los naufragios en las costas españolas, hizo especial hincapié en la necesidad de fomentar la responsabilidad compartida para tratar de salvar vidas: «La historia nos va a pasar factura si no reaccionamos».
Para terminar, Emily Sini, refugiada de Nigeria rescatada por la embarcación ‘Aquarius’ y actualmente acogida por CEAR en Valencia, relató su odisea migratoria hasta llegar a un lugar seguro: “Huí de muchos horrores en mi país, Nigeria, pero estoy aquí para decir que en Libia la vida es un infierno. Muchas sufrimos violaciones y agresiones sexuales. En Libia la vida no es vida».
Emily tuvo palabras de agradecimiento para todas las personas que le han ayudado a rehacer su vida, desde el Gobierno español por facilitarles un puerto seguro en Valencia, hasta la acogida que ha recibido de CEAR y otras personas en esta ciudad. «En España me siento de nuevo persona, me siento de nuevo querida. Muchos de mis compañeros de viaje murieron en el trayecto. Personas que solo querían mejorar su vida. Si nos siguen considerando como ilegales, seguirán muriendo muchísimos en el mar. Vidas valiosas para el futuro de las sociedades”, concluyó.
Arte y refugio
En el espacio “El enfoque de derechos humanos desde el arte” se proyectó el cortometraje ‘Que el fin del mundo te pille bailando’, del director José María Martínez, y que cuenta con un reparto formado por Fernando Tejero, Ana del Arco, Fernando Colomo, Marta Solano y Verónica Forqué.
Además, Marina Anaya presentó la ilustración creada en exclusiva para CEAR “en apoyo a su lucha en favor de los derechos de los refugiados, y por compartir la idea de que lo ilegal es no hacer nada. Nos van a recordar muchos años por este genocidio”. La artista anunció que ha realizado 75 grabados de su ilustración que se venderán a partir de hoy en su página web y que el importe se destinará íntegramente a beneficio de CEAR.
Posteriormente, el cantautor Marwan dedicó su tema “Canción a mi padre”, sobre la ocupación que sufrió en su tierra Palestina y su exilio como refugiado en Madrid, a todas las personas migrantes y refugiadas. “Tenemos el deber de salvar y mejorar vidas, porque lo ilegal es dejarles morir, como resume el lema de este diálogo”, recordó el músico.