Nueva normativa de la UE: luz verde a miles de millones de subvenciones a las energías sucias y peligrosas
- Greenpeace denuncia que este acuerdo implica seguir regalando dinero a los combustibles fósiles y la energía nuclear.
- Al igual que en la Cumbre del Clima, la falta de liderazgo ha impedido una vez más alcanzar una legislación acorde con la urgencia climática.
- España es el país que más subvenciones ha otorgado a las eléctricas para los combustibles fósiles con los pagos por capacidad.
- Es urgente una ley y un plan nacional de clima y energía que ponga fecha de cierre al carbón y la nuclear en 2025 como tarde.
Tan solo tres días después de que la Cumbre Internacional del Clima de Polonia (COP24) finalizase sin compromisos firmes para aumentar la acción climática alineada con la evidencia científica, los gobiernos europeos han impulsado una legislación que permite a los países de la UE seguir subvencionando los combustibles fósiles y la energía nuclear.
Uno de los principales puntos de controversia en las negociaciones entre los gobiernos de la UE y el Parlamento Europeo fue quién debía tener el poder para aprobar estas subvenciones, conocidas como mecanismos de pagos por capacidad, un tipo de subvención oculta que reciben las centrales de carbón, gas y nucleares supuestamente para asegurar el suministro eléctrico en caso de que se necesite más energía. La postura de la Comisión y del Parlamento europeo era que estas subvenciones debían someterse a una evaluación a escala europea de la adecuación según la capacidad de generación de electricidad. Sin embargo los gobiernos querían mantener el control total. El acuerdo final permite a los países de la UE hacer caso omiso de la evaluación de la UE y basar la atribución del mecanismo de capacidad únicamente en sus propias evaluaciones.
Relacionar los límites de emisión con las subvenciones, lo que afecta principalmente a las térmicas de carbón, también ha sido muy polémico. Bajo el acuerdo final, los gobiernos no podrán otorgar mecanismos de capacidad a las centrales que emitan más de 550 g de CO2/kWh. Sin embargo, este límite sólo entrará en vigor en 2021 para las centrales nuevas y el 1 de Julio de 2025 para las existentes. Hasta altas horas de la noche del martes, parecía que estos límites de emisión se aplicarían a partir de 2030, pero gracias a un impulso de última hora por parte de varios gobiernos y a la persistencia del equipo de negociación del Parlamento, se alcanzó un acuerdo más favorable.
“La falta de liderazgo de Europa, que ya vimos en la la COP, se ve ahora de nuevo reflejada en las negociaciones de hoy”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace. “Naciones Unidas en su informe especial sobre el límite de 1,5 ºC de aumento de temperatura, confirma que para el año 2030 las emisiones globales han de reducirse a la mitad y el carbón en dos terceras partes. Poder seguir subvencionando el carbón no sólo es contrario al Acuerdo de París si no que demuestra una enorme falta de responsabilidad y solidaridad para las personas más vulnerables frente a los impactos del cambio climático”.
Además, los pagos por capacidad autorizados antes de principios de 2020 estarán exentos de estas nuevas normas de la UE. Esto significa que algunas centrales eléctricas, en Polonia por ejemplo, podrían recibir subvenciones hasta 2035, sin tener que cumplir con la nueva normativa. Para la organización ecologista, en Europa el carbón debería abandonarse para 2030, 2025 en España, para estar en línea con el Acuerdo de París. En el caso de España, la aplicación del nuevo límite de emisiones de 550 g/kWh hará inviable la continuidad de las térmicas de carbón más allá de 2025.
“En un momento en que los europeos están sintiendo cada vez más los efectos del cambio climático y luchando contra el aumento del coste de la vida, los gobiernos siguen utilizando el dinero de los contribuyentes para apoyar a los que más contaminan. Las industrias de combustibles fósiles y nucleares dependen del dinero público para ser rentables. Al negarse a poner fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, muchos gobiernos de la UE han demostrado que no se toman en serio la acción climática”, ha declarado Sebastian Mang, asesor de la UE en materia de política climática y energética de Greenpeace.
España, el país que más subvenciona las energías sucias
Un reciente informe de Greenpeace mostró que los gobiernos ya están añadiendo de forma encubierta casi 58.000 millones de euros a travé de las facturas de energía para financiar los pagos por capacidad. De estas subvenciones, el 98% se destinan a los combustibles fósiles y a la energía nuclear (1).
Con esta Investigación la organización ecologista puso en evidencia que España ha otorgado a las eléctricas 18.000 millones de euros en los últimos 20 años, que han pagado los consumidores a través de la factura de la luz y se han dado a pesar de no existir ningún problema de suministro eléctrico. España es el país de Europa que más pagos por capacidad ha concedido a las empresas y que tiene una factura de la luz más cara que la media europea (2).
Desde 2007 a través de la factura de la luz se han pagado en España más de 4 mil millones € a las centrales térmicas de carbón y otros más de 4 mil millones € a las de ciclo combinado de gas.
“La delegación española se ha posicionado a favor de limitar estas subvenciones para dejar fuera a las térmicas de carbón y para que haya una evaluación europea de adecuación. Sin embargo, la falta de liderazgo de estos países ha impedido una vez más alcanzar una reglamentación acorde con la urgencia climática. Esperamos que el siguiente paso ya sí se materialice una ley y un plan de clima y energía que incluya el cierre de las térmicas de carbón para 2025 como tarde y un sistema eléctrico prácticamente renovable para 2030”, concluyó Nuño.