Redacción •  Actualidad •  07/02/2019

El Partido Animalista denuncia por lo penal a los responsables de la muerte de Sota

  • La denuncia se ha presentado esta mañana en el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona.

  • PACMA sospecha de un cierre en falso de la investigación interna de la Guardia Urbana y está dispuesto a llegar hasta el final.

El Partido Animalista denuncia por lo penal a los responsables de la muerte de Sota

Barcelona, 7 de febrero de 2019.- El Partido Animalista está dispuesto a llegar hasta el final en el caso de la muerte en plena vía pública de la perra Sota, que convivía con Tauri Ruusalu, una persona sin hogar de la ciudad de Barcelona. Ambos no tenían más compañía que la que se daban el uno al otro, hasta que un agente de la Guardia Urbana de Barcelona decidió acabar a golpe de pistola con la vida de Sota, en un caso que levantó una gran indignación por las dudas sobre la actuación. La comparecencia plenaria de la Guardia Urbana cerrando filas y explicando que daban por concluido el expediente de instrucción interna sobre la muerte de Sota podría tratarse de un cierre en falso, a tenor de las escasas pruebas exhibidas sobre el suceso, por lo que PACMA ha presentado esta misma mañana una denuncia penal ante el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Barcelona, para su posterior remisión y acumulación a las diligencias seguidas ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, el mismo el que está llevando la investigación de la causa principal denunciada. La denuncia va dirigida contra el funcionario Agente de la Guardia Urbana de Barcelona, con responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Barcelona.

Al mismo tiempo, y al margen de este terrible suceso, PACMA recuerda al Consistorio de Ada Colau la necesidad de diseñar y activar protocolos de actuación para intervenir en casos en los que estén implicados animales. Estos protocolos deberían incorporar medidas de formación para los cuerpos de seguridad. Durante unos años Barcelona fue una comunidad pionera en protección animal pero, desgraciadamente, en los últimos años ha retrocedido hasta límites impensables. Que unos días después de la ejecución de Sota los ciudadanos pudieran ver cómo un grupo de agentes holandeses reducían con la debida prudencia, y sin atentar en ningún momento contra su vida, a un perro de grandes dimensiones en un caso similar, dejó en evidencia la falta de estos protocolos. Conviene recordar que PACMA entregó una petición, respaldada sólo en unos días por las firmas de 230.000 ciudadanos, para poner en marcha estas medidas y que aún espera una respuesta del Ayuntamiento.


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