Choque de resoluciones ante Naciones Unidas de Rusia y EEUU sobre Venezuela
En una escena propia de los años de la guerra fría, Estados Unidos y Rusia se vetan mutuamente resoluciones ante el Consejo de Seguridad de la ONU para fijar una posición del organismo supranacional sobre la situación en Venezuela.
Estados Unidos y Rusia han vetado sendas resoluciones sobre la crisis en Venezuela ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Moscú y Washington y Washington ante el máximo órgano de deliberación de Naciones Unidas las ruptura internacional ante los acontecimientos en el país latinoamericano, un escenario que recuerda a los años de conflicto de bloques durante la guerra fría.
La resolución presentada por los EEUU aspiraba a legitimar la entrada en el país de «ayuda humanitaria» , planteaba que la ONU exigiese un nuevo proceso electoral, así como legitimar la entrada de fuerzas internacionales en el país para «garantizar la seguridad de la oposición».
El representante permanente de Rusia en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, ha calificado esta votación como «la culminación de un ‘show’ político» de Washington, precisando que su resultado serviría en realidad para impulsar los planes estadounidenses.»EE.UU. sabe muy bien que [la resolución] no tiene posibilidad de ser aprobada», señaló el diplomático, y añadió que el país norteamericano podría proceder a «preparar una intervención real en lugar de una humanitaria», utilizando como pretexto la «presunta incapacidad del Consejo de Seguridad» para normalizar la situación en Venezuela.
Junto a Rusia, China, otro miembro permanente del Consejo de Seguridad con derecho a veto, también ha votado en contra de la resolución estadounidense. «China se opone a que fuerzas externas interfieran en cuestiones internas de Venezuela, y se opone a una intervención militar en Venezuela», ha declarado Wu Haitao, representante permanente adjunto de Pekín ante la ONU.
Por su parte, la propuesta de Rusia, que llamaba al diálogo para solucionar la crisis en Venezuela, y transmitía un rechazo implícito a cualquier tipo de intervención militar en el país, también fue rechazada, con el voto en contra de EEUU, Francia y Reino Unido. La resolución establecía la exigencia de que cualquier ayuda humanitaria siguiese los cauces habituales de este tipo de aportaciones internacionales y no fuesen en ningún caso impuestas de forma foránea.
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