El independentismo catalán se manifiesta en Madrid
Colectivos independentistas catalanes y partidarios del derecho de autodeterminación de todo el estado han marchado en Madrid contra el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo a los líderes del 'procés' independentista de Cataluña.
Más de 60 colectivos políticos de Cataluña y otras partes de España se reúnen para marchar entre Atocha y la plaza de Cibeles.
Según los organizadores principales, Omnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), los miembros de estas entidades sociales llevan una pancarta con el lema ‘La autodeterminación no es delito. Democracia es decidir’. En el trayecto, dicen, un grupo de personas podría portar algunas de las urnas utilizadas en el referéndum independentista del 1 de octubre de 2017.
Los manifestantes también piden libertad para los presos políticos y critican lo que llaman la decadencia del estado. Varios dirigentes catalanes han participado en el evento.
“Hoy no hemos venido a provocar a nadie, hemos venido a defender los derechos fundamentales y la democracia que están en riesgo, por eso hemos venido a Madrid”, dijo ante los manifestantes Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium Cultural, una de las plataformas convocantes de la marcha.
Según cálculos de los organizadores, cerca de 120.000 personas participaron en la marcha, que llenó las calles de la capital española de banderas independentistas catalanas y de cánticos en favor del derecho a decidir.
“Venimos a Madrid para que se entienda que a la democracia no se le pueden poner barreras, que nosotros tenemos derecho a decidir nuestro futuro”, explica a Sputnik un manifestante que carga una de las urnas utilizadas en el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Este hombre llegó a Madrid esta mañana desde el municipio barcelonés de Terrasa en uno de los más de 500 buses fletados desde distintos puntos de España para traer manifestantes a la capital española.
Según cuenta, la manifestación en Madrid sirve para reafirmar desde el corazón del Estado español que “el pueblo catalán decidirá tarde o temprano si queremos estar en España o no”.
“No vamos a permitir que España nos prohíba decidir nuestro futuro, porque pensamos que Cataluña es una nación. Eso tienen que comprenderlo los españoles”, afirma.
Pedro, un manifestante venido a Madrid desde Santiago de Compostela (la capital de Galicia), explica que la reivindicación del derecho a decidir va más allá del ámbito catalán, y que otras de las nacionalidades históricas de España también quieren tener derecho a decidir por su cuenta su encaje o no dentro del país.
«Estamos a favor del derecho a decidir de los catalanes pero también estamos a favor del derecho a decidir de los gallegos y del resto de las naciones del Estado. El detonante de esta manifestación es Cataluña, pero con una vista más a largo plazo, estamos aquí por la libertad de los pueblos a decidir su futuro», relata.
Pese a que durante la marcha pudieron verse banderas de múltiples territorios del mapa español, la simbología del independentismo catalán fue predominante.
Durante horas, miles de banderas catalanas y lazos amarillos redibujaron el paisaje urbano de Madrid en lugares tan emblemáticos como la Plaza Cibeles, frente al Ayuntamiento de Madrid, donde terminó la marcha.
No es la primera vez que el independentismo catalán consigue desplazar su protesta otros territorios. En diciembre de 2017, más de 40.000 personas llenaron las calles de Bruselas en una marcha independentista en el corazón de Europa.
«Fuimos a Bruselas, hemos estado en toda Cataluña y ahora estamos aquí, en Madrid, y seguiremos luchando por lo que creemos por tierra mar y aire», cuenta Lali, una manifestante de 72 años venida a Madrid desde Sant Cugat del Vallés, un municipio de la provincia de Barcelona.
Esta manifestante, que junto a otras señoras porta unas letras gigantes que conforman la palabra «Libertad», cuenta que no se ha perdido ninguna de las grandes manifestaciones independentistas desde 1976 y promete seguir movilizándose «ahora más que nunca».
«Nos movilizamos ahora más que nunca porque se nos está haciendo una injusticia muy grande. Nuestros políticos están en la cárcel y siendo sometidos a un juicio de rabia y venganza porque el Estado español no soporta que sacáramos las urnas y votáramos», opina.
Pese a la gran afluencia de gente, la manifestación transcurrió en un tono pacífico y festivo, sin incidentes reseñables.