Vietnam. Una lección de la historia que los gobiernos yanquis se han negado a digerir
A 65 años de la aplastante derrota de los ejércitos de la Francia colonialista en la batalla de Dien Bien Phu por el pueblo vietnamita, librada entre los meses de marzo y mayo de 1954, es demasiado oportuna la ocasión para que recordemos, a propósito de la amenaza que nos hace el gobierno gringo de Trump de invadir militarmente a nuestro país, que un poco más de veinte años después de esa trágica experiencia gala, ese mismo pueblo de campesinos le propinó una derrota mucho peor a los yanquis, quienes tuvieron que huir despavoridos de Saigón en abril de 1975, luego de que por casi nueve años y por largos períodos de 30 a 60 días ininterrumpidos y después de que en agosto de 1964, Washington le comunica a su pueblo y al mundo lo que ha sido una de sus más grandes mentiras históricas, conocidas hoy como las llamadas “Fake News” o los “falsos positivos” colombianos, que dos de sus destructores que navegaban por la Bahía de Tonkin habían sido agredidos por barcos torpederos norvietnamitas y fue a través de la voz del propio secretario de Defensa de, entonces, Robert McNamara, quien anuncia que, efectivamente, “hay pruebas inequívocas de un segundo ataque no provocado contra EEUU”, la Indochina en general (Vietnam, Laos y Camboya), fue ferozmente atacada por muchísimas más bombas que las que utilizaron los aliados y la Unión Soviética contra la Alemania Hitleriana durante la Segunda Guerra Mundial.
“Entre 1964 y 1973 Estados Unidos lanzó sobre Laos más de 2 millones de toneladas de bombas en 580.000 misiones aéreas, es decir; una media de una operación de bombardeo cada 8 minutos, día y noche, y unos 800 kilos de explosivos por cada uno de los 2,5 millones de habitantes, hombres, mujeres, niños y ancianos, con que contaba entonces el país. La mayoría eran campesinos que no entendían por qué se les castigaba…”
Vale acotar que vídeos de esa vergonzosa huida de los yanquis que hemos referido estuvieron colgados en la red hasta hace menos de dos a tres años y obviamente, ante la actual crisis del capitalismo y su empeño en restaurar sus viejas estratagemas que lo llevaron a la cima, se imponía la necesidad de borrar esas evidencias que apuntan a que el Gran Timonel, Mao Tse Tung, tenía razón, cuando aseguró que el imperialismo yanqui no es más que un tigre de papel. En sus propias palabras, durante conversaciones que sostuvo con dirigentes de países del tercer mundo, esto les dijo en Pekín, en 1956: “…el imperialismo norteamericano exhibe una gran fuerza, pero en realidad no la tiene. Políticamente es muy débil, porque está divorciado de las grandes masas populares y no agrada a nadie; tampoco agrada al pueblo norteamericano. Aparentemente es muy poderoso, pero en realidad no tiene nada de temible: Es un tigre de papel. Mirado por fuera parece un tigre, pero está hecho de papel y no aguanta un golpe de viento y lluvia. Pienso que Estados Unidos no es más que un tigre de papel.”
Los pueblos más allá de las palabras visionarias del líder chino, siempre lucharon por lograr su libertad e independencia. A ninguno de los pueblos del mundo conquistar esos derechos les ha resultado nada fácil. Han tenido que sacrificar vidas y soportar sacrificios inenarrables, sin importarles cuando tiempo les llevaría al triunfo, convencidos de que les pertenece por razones indiscutibles y que poco les importa si el tiempo para lograr sus objetivos se hace corto o se prolonga más allá de la imaginación.
A poco menos de seis años de la segunda Dien Bien Phu de los Vietnamitas a los yanquis en abril de 1975, el héroe de esas revolcadas estruendosas a dos socios políticos, como lo han sido EEUU y Francia, que han crecido y surgido del expolio histórico, sin límite alguno, a los países del tercer mundo, el héroe triunfador de ambas hazañas bélicas, el General Võ Nguyên Giáp, quien falleciera a los ciento dos años de edad hace apenas 5 años, en octubre de 2013, le respondía a la periodista italiana Oriana Fallaci en entrevista que le concediera en Hanoi en febrero de 1969, que si él veía muy próximo el Dien Bien Phu de los norteamericanos, Giap le dijo lo que seguidamente transcribimos y que son esas sus palabras las de un gran visionario realista, las que nos parece muy importante que los gringos de hoy y sus cipayos criollos deberían releerlas para que tomen nota de que los pueblos son impredecibles en sus capacidades cuando se trata de asumir la defensa de la LIBERTAD Y LA SOBERAÍA DE LA PATRIA…!!!
Esto le respondió el Gran Giap, cuyos triunfos militares son motivo de estudio en todas las Academias Militares del mundo, a la Fallaci ante su pregunta de si está próximo otro Dien Bien Phu a los norteamericanos y lo repetimos, que esa entrevista se produjo seis años y semanas antes de que salieran los gringos despavoridos de Saigón en abril de 1975:
“Bueno…, no siempre es verdad que la historia se repite. Pero esta vez se repetirá. Y tal como hemos derrotado militarmente a los franceses, derrotaremos militarmente a los norteamericanos. Sí, madame, su Dien Bien Phu está por llegar. Y llegará. Los norteamericanos perderán definitivamente la guerra en el momento en que su efectivos alcancen su máximo, y la gran máquina que ha puesto en marcha no conseguirá ya moverse. Los derrotaremos en el momento en que tengan más hombres, más armas, más esperanzas de vencer. Porque toda su riqueza, su fuerza, se convertirá en su piedra al cuello. Es inevitable.”
La Fallaci luego de manifestarle que ella creía que los norteamericanos habían logrado algunas pequeñas victorias, el General Giap de forma contundente le afirmó no estar en lo cierto, a lo que ella le repreguntó qué sucederá si la guerra prosigue y se prolongara, qué sentido tiene, le agregó, seguir hablando de paz, cuando queda muy en claro que nadie la quiere (?), Giap le responde:
“…si los Estados Unidos no abandonan sus posiciones. Mucho (se prolongará el conflicto). Tanto más cuanto que no abandonaremos las nuestras; nosotros no tenemos prisa, tenemos mucha paciencia. Porque mientras las delegaciones discuten, nosotros continuaremos la guerra. Amamos la paz pero no la paz con cualquiera condición, no la paz del compromiso. La paz, para nosotros, solo puede significar victoria total, la marcha de los norteamericanos. Cualquier compromiso sería un amenaza de esclavitud. Y nosotros preferimos la muerte a la esclavitud.”
A lo que la periodista italiana le espeta: General, entonces, dígame, ¿Cuánto más durará la guerra?
Giap, sin vacilación alguna, le responde: “Por el tiempo que se necesario: diez, quince, veinte, cincuenta años. Hasta que hayamos conseguido la victoria total, como ha dicho nuestro presidente Ho Chi Minh. ¡Sí! ¡Incluso veinte, incluso cincuenta años! Nosotros no tenemos prisa, no tenemos miedo…”
Y cerramos esta nota recordando estas palabras que le dijo nuestro Libertador Simón Bolívar al enviado especial del gobierno de los Estados Unidos, el gente Juan Bautista Irving, para que presionara la devolución de dos fragatas que nuestras fuerzas libertadoras habían confiscado en la desembocadura del Orinoco en 1818, porque traían armas y pertrechos de ayuda a las fuerzas realistas:
“No voy a caer en la provocación, pero quiero que sepa que aquí, de 1810 para acá, más de la mitad de la población venezolana ha muerto en el campo de batalla para asegurar la independencia de nuestro país, y los que quedamos aquí vivos aún, estaríamos deseosos de seguir el mismo ejemplo de nuestros hermanos, si es que Venezuela tuviera que luchar contra el mundo entero por su independencia”
Nota: Cifras que muestran lo que dejó la terrible guerra de Vietnam: Más de 2,5 millones de estadounidenses sirvieron en Vietnam; 536.000 en 1968, el año de niveles máximos. En 1973, cuando Estados Unidos se retiró ya habían sido recibidas en bolsas negras en la Base de la Fuerza Aérea Andrews, más 58 mil soldados y más 300 mil heridos, de los cuales más del 30% mutilados, mientras que el pueblo vietnamita que ganó la guerra, perdió 1,1 millón de sus valientes…
Fuente: Ensartaos