Guaidó concretó su maniobra para apropiarse de otra empresa estatal venezolana
El autoproclamado presidente de Venezuela Juan Guaidó dio un nuevo paso en su maniobra para quedarse con los activos del Estado de su país fuera de fronteras, al tomar control en los últimos días de la empresa petroquímica Monómeros Colombo Venezolanos. Se trata de la segunda empresa tomada por Guaidó después de Citgo en EEUU.
Según recoge la revista colombiana Dinero, el embajador de Guaidó en Colombia Humberto Calderón Berti confirmó que ya se juramentó la nueva directiva de Monómeros, designada por el dirigente opositor y sin el reconocimiento del Gobierno de Venezuela.
La nueva junta directiva, que había sido designada en marzo por Guaidó, tiene como presidente a Jon Bilbao, quien fue uno de los gerentes de la petrolera venezolana PDVSA despedido por Hugo Chávez por apoyar el denominado ‘paro petrolero’ contra su Gobierno entre 2002 y 2003.
También integran la junta Carmen Elisa Hernández, José Alberto Deantonio, José Ignacio González Álvarez y Yadid Jalaf Reyes.
Monómeros Colombo Venezolanos nació en 1967 como ‘Monómeros de Colombia’, y es una empresa de responsabilidad limitada destinada a la producción de caprolactama (materia prima del nylon) y de fertilizantes compuestos.
En su origen, la propiedad de la empresa fue compartida por el Instituto de Fomento Industrial de Colombia, la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) y el Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP).
La denominación de ‘Monómeros Colombo Venezolanos’ llegó un año después, cuando la empresa holandesa Stamicarbon se sumó al emprendimiento y la firma pasó a ser una sociedad anónima.
La empresa tuvo un próspero desarrollo que le permitió en las décadas siguientes asociarse con firmas internacionales para nuevos emprendimientos. Así creó la naviera Compass Rose Shipping, la productora de filamentos de nylon Vanylon, la productora de fertilizantes Ecofértil o la empresa de logística Monómeros International Ltd.
En 2006, los accionistas colombianos de la empresa decidieron vender sus participaciones a la estatal venezolana Petroquímica de Venezuela (Pequiven). El mismo año, la empresa venezolana adquirió la parte de la firma holandesa, obteniendo así el 100% de las acciones.
Desde ese año, Monómeros Colombo Venezolanos opera en Colombia con una filial de la estatal Pequiven, por lo que sus autoridades deben ser definidas por el Gobierno de Venezuela.
Según consigna la revista Dinero, Monómeros maneja en la actualidad más de la mitad del mercado de fertilizantes de Colombia y cuenta con 1.400 trabajadores entre las sedes de Barranquilla y Buenaventura.
El mismo medio señala que la firma registró en 2018 ingresos por 297,7 millones de dólares aunque cerró el ejercicio con pérdidas de alrededor de 20 millones de dólares.
En una entrevista con El Heraldo de Colombia, el propio Bilbao atribuyó los malos resultados a las sanciones impuestas a Venezuela por EEUU que, entre otras cosas, afectan las líneas de crédito y provocaron que la empresa deba funcionar con el 50% de su capacidad.
En esa entrevista, Bilbao afirma que espera cerrar 2019 con una ganancia de 6 millones de dólares y reconoce que, al estar la empresa en manos de Guaidó, las utilidades no irán al Estado venezolano. «…El presidente Guaidó nos dirá dónde entregaremos ese dinero», admitió durante la entrevista.
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La toma de posesión de Monómeros es la segunda operación de Guaidó para controlar una empresa importante de Venezuela fuera del país. Ya lo había hecho en febrero de 2019 cuando designó una junta directiva de Citgo, la filial de PDVSA en EEUU.
El control de Citgo por parte de Guaidó fue apoyado por el Gobierno de EEUU, que extendió una licencia a la empresa para continuar operando, aunque ahora en manos del líder opositor autoproclamado presidente.
La semana pasada, durante un acto, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro calificó la situación de Citgo como «un robo» y preguntó públicamente qué destino está dando Guaidó al dinero que obtiene por el control de las empresas.