Denuncian a Glovo en Salamanca ante la Inspección de Trabajo por infracción a la Seguridad Social y vulneración de los derechos de los trabajadores
“El sistema que hay detrás de Glovo desmiente la supuesta condición de autónomo, decidir cuando trabajar y cuando no, ya que solo recibirán pedidos si estás disponible a las horas que la empresa exige: fines de semana, horas de comida y de cena, en caso de faltar pierdes puntuación y por tanto pedidos… no existe flexibilidad laboral, los trabajadores tienen que cubrir los requisitos de la empresa para poder seguir ingresando dinero. Hay una dependencia total de la empresa” confirmaban desde el PCE.
El Partido y la Juventud Comunista en Salamanca han interpuesto este 31 de julio una denuncia ante la Inspección de Trabajo contra la multinacional Glovo por infracción a la Seguridad Social y vulneración de los derechos de los trabajares, tal y como informaron hoy en rueda de prensa Vicencio Gómez, Secretario Provincial del PCE, y Néstor Prieto, miembro de la dirección de la Juventud Comunista.
La denuncia persigue que la Inspección de Trabajo estudie la situación de “falsos autónomos” de los riders. Es precisamente esta relación laboral, que considera a los repartidores como trabajadores autónomos no dependientes de Glovo, la que estaría reportando beneficios a Glovo, que se ahorraría el pago a la Seguridad Social de los trabajadores. “Es labor del PCE y la Juventud Comunista defender a la clase trabajadora, por todo ello anunciamos esta primera medida”, aseguró Vicencio Gómez.
“Detrás de la condición de falso autónomo se esconde además una precariedad endémica” aseguró Néstor Prieto, representante de la Juventud Comunista, “nos hemos entrevistado con varios trabajadores, y la mayoría comparten ser jóvenes que acceden a este trabajo por la falta de oportunidades o para completar sus ingresos: nos empujan a trabajos precarios para poder pagar nuestros estudios o emanciparnos”.
Los riders, o ciclomensajeros, reciben pedidos en función de su puntuación, que aumenta estando disponibles en ciertas franjas horarias, realizando los pedidos en un determinado tiempo o recibiendo buena puntuación de los clientes. “El sistema que hay detrás de Glovo desmiente la supuesta condición de autónomo, decidir cuando trabajar y cuando no, ya que solo recibirán pedidos si estás disponible a las horas que la empresa exige: fines de semana, horas de comida y de cena, en caso de faltar pierdes puntuación y por tanto pedidos… no existe flexibilidad laboral, los trabajadores tienen que cubrir los requisitos de la empresa para poder seguir ingresando dinero. Hay una dependencia total de la empresa” confirmaban desde el PCE.
Esta situación ha generado que en varias partes del Estado la relación laboral de los trabajadores haya llegado a los juzgados. El pasado 23 de julio, más de 500 riders, obtuvieron el fallo favorable del Juzgado de lo Social número 19 de Madrid frente a Deliveroo, otra empresa de reparto con el mismo funcionamiento que Glovo. “El macrojuicio de Madrid abre la puerta a más sentencias en este sentido. Si la Inspección de Trabajo quiere, la denuncia presentada hoy puede ser el inicio de algo similar en Salamanca, donde Glovo tiene más de 50 trabajadores”. La sentencia da por probado que la empresa entregaba manuales de comportamiento a sus trabajadores, les indicaba como debían gestionar las propinas o les cobraba por el uso de la aplicación, hechos que refuerzan lo defendido por el PCE sostienen.
Por último, Néstor Prieto denunció la precariedad que rodea a los riders y a la juventud trabajadora en general, “Glovo puede parecer un caso extremo dentro del modelo productivo, pero no lo es, lo cierto es que somos los jóvenes los que más sufrimos las nuevas formas de explotación ante un sistema que no es capaz de ofrecernos una vida digna. Los grandes beneficios de los empresarios son a costa de nuestra precariedad. Mientras Glovo calculaba 1.000 millones de beneficio en 2018, miles de jóvenes pedaleaban 10 horas al día por 60€. Ante esto solo nos queda organizarnos y defender nuestros derechos” sentenciaba.