CCOO denuncia que Madrid sobrepasa constantemente niveles máximos de contaminantes muy peligrosos

El secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, y el secretario de Medio Ambiente y Movilidad del sindicato, Ángel Juberías, han presentado hoy un estudio que analiza y compara los datos de contaminación en la ciudad de Madrid entre 2017, cuando no había ninguna medida de restricción del tráfico o zona de baja emisión, y abril de 2019, cuando Madrid Central llevaba cinco meses funcionando. Los datos que maneja el estudio son oficiales, esto es, están publicados en el portal de transparencia del Ayuntamiento y proceden de las 24 estaciones de medición distribuidas por todo el municipio.

Los resultados no dejan lugar a dudas. “Madrid sobrepasa constantemente los niveles máximos de contaminantes muy peligrosos. Estamos, por tanto, ante una situación de emergencia climática que obliga a tomar medidas de enorme impacto sobre la vida de los trabajadores y trabajadoras, como son las que afectan a la movilidad y restringen el tráfico en determinadas zonas”, ha explicado Jaime Cedrún. El líder sindical reclama al Ayuntamiento de Madrid una Mesa de Movilidad con sindicatos y empresarios, ya que, recuerda, el 65% de los desplazamientos en Madrid se producen por motivos laborales, y que la mitad de ellos se realiza en transporte privado e individual.

Contaminantes que no se miden

Ángel Juberías, responsable de la investigación, ha explicado que lo primero que han detectado es que la mayoría de las estaciones de control de Madrid no cumplen con las mediciones básicas que establecen la ley y las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los niveles de partículas (PM), ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2): “En algunas ni siquiera se evalúan elementos tan perjudiciales y tan lesivos para la salud de las personas y del medio ambiente como el arsénico, el cadmio o el níquel, cuya medición no sólo está recomendada, sino que es obligatoria”.

Las zonas más contaminadas de Madrid, según los datos del informe, son, por este orden: Villaverde, Vallecas, Marqués de Vadillo y Usera, Plaza de España, Legazpi y Méndez Álvaro, Carabanchel, Cuatro Caminos y Plaza de Castilla, y Castellana, Serrano, Velázquez y Arturo Soria. Respecto a cada contaminante, Escuelas Aguirre alcanza los niveles más altos en benceno, hexano, metano y tolueno; Villaverde, en dióxido de nitrógeno, monóxido de nitrógeno y óxido de nitrógeno; la estación de Ramón y Cajal, en etibenceno y tolueno; Casa de Campo, en hexano y partículas finas; plaza del Carmen, en monóxido de carbono y ozono; Juan Carlos I, monóxido de carbono y óxido de nitrógeno, y El Farolillo, en ozono y partículas gruesas.

No se toman medidas

El incremento del tráfico en los meses más duros del invierno (a más frío, más uso del coche) y del funcionamiento de las calefacciones sumado al aumento del consumo y, como consecuencia, de las emisiones industriales, hace que en los meses de diciembre y enero se rebasen los niveles máximos de contaminantes de forma constante, sin que se tomen medidas especiales. “Constatamos que no se toma ninguna medida ante esta contaminación estacional, que es gravísima. Pensemos en barrenderos, jardineros, policías municipales y personas de otras profesiones cuyo trabajo se desarrolla en la calle, o que trabajan en entorno muy contaminados. Máxima preocupación, por tanto, como sindicatos, por cómo la contaminación golpea a trabajadores y trabajadoras”, ha explicado el responsable de Medio Ambiente y Movilidad de CCOO de Madrid.

Para CCOO, señala Jaime Cedrún, restringir el tráfico a un área pequeña no es la solución. “Sólo implantando múltiples zonas de tráfico restringido por toda la ciudad, en especial en las zonas más contaminadas, se podrá reducir la contaminación. Así, Madrid Central va en la buena dirección pero necesita ser mejorada y extendida para lograr una reducción de la contaminación general de la ciudad, y sobre todo, tiene que ser respaldada con medidas que garanticen la movilidad a la ciudadanía a los centros de trabajo, de enseñanza y de salud mediante transporte público”.

Propuestas

Para CCOO, la solución para reducir la contaminación es “movernos menos de manera forzosa, movernos de manera más colectiva y movernos de manera más sostenible, con transporte público que no contamine”.

Estas medidas, añaden los responsables sindicales, tienen que ir acompañadas de otras como la racionalización de horarios laborales, la de acercar los centros de trabajo a los domicilios de los trabajadores, de medidas urbanísticas para evitar atascos y aparcamientos indeseados, y de inversiones en coronas de intercambiadores. A este respecto, Juberías lamenta que “casi toda la inversión que ha realizado al Comunidad de Madrid en este amplísimo periodo ha sido en carreteras, en radiales, que además por el modo de financiación se come todo el presupuesto de transporte año tras año”.

“Llevamos ya meses”, denuncia Cedrún, “con una situación muy grave con el transporte público que no ayuda nada a que la ciudadanía deje el vehículo privado en casa, con la crisis del Cercanía, que sigue sin resolverse, con trenes se paran en medio de la vía, con atrasos, el Metro con la crisis del amianto y el recorte de trenes y plantilla”.

“Como sindicato”, concluye el secretario general, “nos vamos a implicar a tope en la declaración de emergencia climática. Va a ser un mes de movilizaciones coincidiendo con la Semana de la Movilidad y la Huelga Mundial por el Clima convocada el 27 de septiembre”