El grupo de trabajo de Memoria Histórica del Parlamento Europeo trabajará por la exhumación del franquismo
Se muestra satisfecho con la decisión del Tribunal Supremo de permitir sacar los restos mortales del dictador del Valle de Cuelgamuros. Seguirá trabajando por la justicia, reparación y memoria de las víctimas.
El grupo de trabajo de Memoria Histórica del Parlamento Europeo ha expresado su satisfacción por la decisión del Tribunal Supremo de no obstaculizar la retirada de los restos de Francisco Franco del Valle de Cuelgamuros. Anuncia que trabajará para evitar que se produzcan homenajes futuros al dictador y, sobre todo, para exhumar al franquismo de las instituciones.
El grupo tiene la esperanza de que el fallo sea un punto de inflexión en la actitud de la justicia española sobre memoria histórica. Recuerda que las Naciones Unidas y el Consejo de Europa han destacado que la aplicación que hacen los tribunales de la ley de Amnistía como Ley de Punto Final se aleja de los estándares internacionales. El Parlamento Europeo se ha pronunciado ya en varias ocasiones solicitando que se investiguen los crímenes cometidos por los regímenes totalitarios en todos los países de Europa. Una de ellas con ocasión de la resolución sobre el neofascismo en Europa de 24 de octubre de 2018, donde está incluido un apartado específico sobre la necesidad de exhumar a Franco.
El grupo de trabajo de Memoria Histórica del Parlamento Europeo continuará pidiendo la aplicación activa de los artículos del código penal, que en transposición de normas comunitarias convierten en delito la banalización de la dictadura franquista, la negación de sus crímenes y la exaltación y homenajes públicos a sus líderes.
Continuarán los esfuerzos con el fin de resignificar el Valle como un lugar de memoria democrática que ponga fin a su simbología fascista, lo que debe incluir también la retirada de los restos de José Antonio Primo de Rivera, la exhumación y entrega de todos los cuerpos a sus respectivos familiares, y la construcción de un ceremonial sin ningún tipo de jerarquía funeraria para aquellos “caídos” que no sean reclamados ni identificados.