Garzón llama a “restablecer el diálogo” para abordar el conflicto catalán ante la “irresponsabilidad” de Sánchez o la actuación de Torra “que es parte del problema”
Advierte durante la exposición de su informe político al inicio de la reunión de la Coordinadora Federal de IU que el presidente en funciones y candidato del PSOE “convocó elecciones pensando que podía aprovechar este momento en beneficio propio, pero esto ha creado un movimiento de fuerzas perverso”.
El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha llamado hoy de forma expresa a las “fuerzas sociales y políticas” a “restablecer el diálogo y propiciar que se pueda llegar a acuerdos y buscar soluciones” para superar la escalada en el conflicto político en Cataluña propiciada por las condenas impuestas por el Tribunal Supremo a los principales actores del ‘procés’.
Garzón entiende que IU tiene el “deber político y moral” de hacer ahora este llamamiento para lograr que “venza la política”. Debe ser así frente a actuaciones tan graves como la “irresponsabilidad descomunal” demostrada por Pedro Sánchez, que convocó las elecciones generales del 10N buscando sacar “beneficio político y personal” sabiendo que las hacía coincidir con el fallo del Supremo, o la del president Quim Torra, “que es parte del problema” y a quien pidió directamente su “dimisión” inmediata.
El máximo responsable de Izquierda Unida ha hecho este análisis en la exposición de su informe de coyuntura política al inicio de la reunión de la Coordinadora Federal -máximo órgano ejecutivo de la formación- que se desarrolla hoy en la sede federal en Madrid.
Alberto Garzón valoró el significado que tiene en sí la “enorme manifestación” celebrada ayer en Barcelona, protagonizada por quienes rechazan la sentencia del Tribunal Supremo de forma pacífica. La separó por completo de las actuaciones de “los segmentos violentos en el independentismo” que han tratado de provocar el caos en los últimos días.
Apuntó que esa primera movilización es la “expresión de un problema político grave que en ningún modo se va a resolver por la vía judicial o la vía policial. Esa realidad no va a cambiar porque sus dirigentes políticos estén en prisión con penas desproporcionadas, a pesar de que la propia sentencia reconoce que ‘carácter simbólico’ que tuvo la actuación para la independencia y que no tuvo un carácter violento”.
“No se puede caer en provocaciones”, reclamó con vehemencia, sino “propiciar el diálogo como forma también de evitar la escalada de la violencia”. Para Garzón, esos ataques que desde el lunes pasado protagoniza una minoría “solo beneficia a la derecha reaccionaria y a esos mismos segmentos violentos desnortados”.
El coordinador federal de IU analizó que la actuación del propio Pedro Sánchez tuvo mucho que ver ya desde antes de que se conociera la sentencia en la “generación de un clima autoritario en Cataluña, al hablar de la Ley de Seguridad Nacional o de la posible recurso al artículo 155. Ese era el marco para pescar en el caladero de Ciudadanos y del Partido Popular”.
“Pedro Sánchez -denunció- convocó elecciones pensando que podía aprovechar este momento en beneficio propio, pero esto ha creado un movimiento de fuerzas perverso. Ha sido una irresponsabilidad descomunal porque Sánchez ha antepuesto el beneficio de su partido y el suyo mismo como candidato antes que la resolución de los problemas”.
En este punto, instó al presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE a “abrir un canal de comunicación con los dirigentes catalanes” de forma inmediata y no solo como ya ha hecho con los políticos de ámbito estatal.
Recordó que Izquierda Unida tiene su propia propuesta de modelo de Estado “que es la República Federal”, pero para avanzar en ese camino antes se necesita “altura de miras, en Cataluña y en todo el Estado”, para lo que son imprescindibles “dirigentes que llamen a la calma y que rebajen la tensión”.
Más allá del grave problema político catalán, Alberto Garzón insistió en que la realidad de que vaya a haber elecciones el 10N es el resultado del “tacticismo” demostrado por los “ingenieros sociales de Moncloa, que pensaban que podían sacar partido, pero que han llevado a un enorme riesgo”.
Constató el innegable “giro a la derecha” de Sánchez en los últimos meses “para maximizar sus votos”, pero no solo en materia territorial, sino de forma muy intensa también en política económica. Puso como ejemplos las declaraciones del líder socialista que rechaza ahora que pueda tocarse en tiempo de desaceleración la reforma laboral que impuso el PP o las de su ministra de Hacienda, negando también que se pueda subir los impuestos a los más ricos, pese a haber dicho lo contrario hace pocas semanas.
“Aunque Pedro Sánchez no ha querido intervenir en el Mercado, por ejemplo en el de la vivienda para abaratar los alquileres, el Mercado sí ha intervenido a Pedro Sánchez”, razonó.
Alberto Garzón planteó que el mensaje de campaña debe dirigirse en buena medida a explicar que “la amenaza de crisis económica va a llevar a acometer recortes y darles a estos otra vuelta de tuerca”, como ya están reclamando importantes organismos internacionales. Ante ello, “el voto a Unidas Podemos es el que debe servir para que la crisis no la paguen las clases trabajadoras”.