“Sentirán sed”: Israel amenaza con cortar el agua a Jordania
Israel amenaza con cortar el agua a Jordania en respuesta a la decisión del rey Abdulá II de poner fin al arrendamiento de dos áreas de tierra al régimen.
Gilad Sharon, hijo del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, advirtió en un artículo que los jordanos “sentirán sed” si Amán procede con la decisión del rey de terminar el contrato de arrendamiento, que fue logrado bajo un acuerdo de paz bilateral firmado hace un cuarto de siglo.
«La diplomacia es un asunto delicado, por lo que se debe decir al rey jordano: si expulsas a los granjeros de Naharayim y Zofar, ustedes permanecerán sedientos», escribió Sharon.
Según el tratado de paz firmado en 1994 entre Jordania y el régimen de Tel Aviv, las dos regiones de Naharayim y Zofar fueron alquiladas por un periodo renovable de 25 años. El contrato de arrendamiento es renovable automáticamente a menos que cualquiera de las partes dé un aviso de un año para rescindirlo. El acuerdo permitió que Israel y los agricultores judíos usaran las dos áreas en el Valle del Jordán, que pertenece a Amán. A cambio, el régimen de Tel Aviv acordó suministrar a Jordania, que sufre una grave crisis de agua, con 45 millones de metros cúbicos de agua cada año.
En octubre de 2018, el rey Abdulá II dijo que Amán ya había notificado a Israel que no extenderá el contrato de arrendamiento, y enfatizó que las dos áreas fronterizas son tierra jordana y seguirán siendo parte del país árabe. “En tales circunstancias difíciles regionales, nuestras prioridades son proteger nuestros intereses y hacer todo lo necesario para Jordania y los jordanos”, reiteró.
Los activistas y políticos han dicho que la renovación del tratado sería humillante y perpetuará la ocupación israelí del territorio jordano. Dichas críticas provocaron manifestaciones en Amán el año pasado, donde los manifestantes exigieron la restauración de las dos zonas.
Israel y Jordania han mantenido relaciones diplomáticas desde que firmaron el tratado de paz de 1994. Sin embargo, muchos jordanos se oponen firmemente a los lazos entre las dos partes.