Unai Sordo: “En nuestro país hay más gente que trabaja enferma que con bajas laborales”

Las centrales sindicales han iniciado un ciclo de movilizaciones para protestar contra la sentencia del Tribunal Constitucional que avala el artículo 52 apartado D del Estatuto de los Trabajadores, que permite el despido a las personas que se encuentran con bajas médicas justificadas. El pasado miércoles, alrededor de 2000 sindicalistas protestaron frente al Congreso de los Diputados dando inicio a las protestas contra una sentencia que, consideran, supone un precedente terrible de cara a la seguridad laboral y el amparo de los trabajadores.

Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha asegurado que la concentración de esta semana es el inicio de un proceso de movilizaciones con el objetivo de acometer una «corrección en profundidad» de las reformas laborales, porque generan «precariedad» y tienen «efectos dramáticos», «como el de la sentencia del Tribunal Constitucional» que avala el despido objetivo de los trabajadores y trabajadoras por bajas intermitentes, aunque sean justificadas, y “provoca que se consagre la preeminencia de la productividad y de los beneficios empresariales frente a los derechos de los y las trabajadoras», como es el caso del derecho al trabajo y a recuperar la salud tras una enfermedad”.

La consecuencia directa de esta sentencia es que las personas trabajadoras se vean empujadas a no poder ausentarse justificadamente de su puesto de trabajo y a reincorporarse sin haber podido recuperar su salud y no ser despedidos, con el consiguiente riesgo para ellas y para el resto de la plantilla. “En nuestro país se está queriendo hacer una causa general contra las bajas laborales por enfermedad o accidente”, ha advertido.

Por ello, el secretario general de CCOO, ha insistido en que la alarma social que ha provocado esta sentencia exige la formación de un Gobierno que “gobierne para la mayoría social”, con un programa que desmonte la reforma laboral, garantice el sistema público de pensiones y mejore sus ingresos y, asimismo, emprenda una agenda reformista para adaptar la economía española al futuro.