Concentración de Stop Desahucios en la oficina de la Caja Rural de Granada

Caja Rurall firmó, de forma voluntaria, el mencionado código. Dos representantes de Stop Desahucios, junto con los afectados, han entrado en la oficina para presentar escritos de reclamación de negociación en relación a cuatro casos: dos solicitudes de reestructuración de hipoteca, una novación -cambio de algunas condiciones del préstamo- y una dación en pago. Los cuatro casos tienen el mismo denominador común: personas que entran en el paro -las cuatro familias tienen ya informe de los servicios sociales de exclusión social- y que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca. Todas cumplen las condiciones fijadas por la ley para poder acogerse a las medidas de protección, y las entidades firmantes del código de buenas prácticas están obligadas a aportar las soluciones correspondientes par aliviar la situación de estas personas que vivien en precariedad. Como ejemplo de las situaciones que se le han planteado a esta entidad, en el día de hoy, valga la de Toñi: «4 hujos, uno de ellos menor de tres años, con una persona discapacitada en la familia, y otra víctima de violencia de género». Pide que se le reestructure la deuda.

Los afectados y representantes de Stop Desahucios salen de la sucursal con la promesa de que se tramitarán los escritos presentados a las altas estancias de la entidad. Stop Desahucios continuará su lucha por defender el derecho a una vivienda digna de estas personas y pide a la entidad caja Rural que cumpla con la normativa y con el compromiso que adquirió en la firma que, voluntariamente hicieron, del código de buenas prácticas.