Subir el SMI a 1000 euros es «una barbaridad»: la reflexión de la CEOE en su contexto económico y social
- En octubre de 2018, la patronal de empresarios, CEOE, vaticinó que elevar el SMI a 900 euros tendría "consecuencias negativas" en la contratación pública pactada con las empresas y en los convenios colectivos en vigor, pero un año después tales "consecuencias negativas" no se observan.
- "Que nos dejen hablar a los sindicatos y a los empresarios, pero sin presión", ha añadido Garamendi.
- Desde el inicio de la crisis del sistema neoliberal, los salarios se han estancado o han retrocedido en nuestro país mientras el número de ricos se ha quintuplicado.
El PSOE y Unidas Podemos estudian subir cerca de un 11% el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2020, hasta llegar a unos mil euros mensuales. El objetivo es cumplir con su compromiso electoral de que esta cifra llegue al 60% del salario medio en 2023 de acuerdo con las recomendaciones de la Carta Social Europa.
El artículo 4.2 de dicha Carta Social, sobre cómo garantizar el derecho a una remuneración equitativa, establece que las partes contratantes se comprometen a reconocer el derecho de los trabajadores a una remuneración suficiente que les proporcione a ellos y a sus familias un nivel de vida decoroso. El Comité Europeo de Derechos Sociales emitió el 23 de enero del año 2015 su informe anual sobre el cumplimiento por parte de España de la Carta Social Europea, y denunciaba graves incumplimientos en materia salarial, laboral, negociación colectiva y por supuesto libertad sindical. El primero de los incumplimientos era el salario mínimo interprofesional. El comité consideraba que el salario mínimo establecido por el Gobierno y la Ley de Presupuestos no aseguraba un nivel de vida decente; pero el concepto decente puede ser muy amplio, por lo que recordaba que, a fin de garantizar un nivel de vida decente, la remuneración debe estar por encima del umbral mínimo, fijado en el 60% del salario medio neto. La subida del SMI a 900 acerca a España a las recomendaciones de la Carta, pero no fue suficiente.
«Mil euros es una barbaridad, porque llevaría a mucha más gente a la economía sumergida», ha declarado Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE, a los medios de comunicación tras la conversación telefónica que ha mantenido con el presidente del Gobierno en funciones. Esta conversación ha formado parte de la ronda de llamadas que Pedro Sánchez ha realizado este miércoles a los agentes sociales para –según fuentes del Gobierno– «comunicarles su voluntad de conseguir la investidura, formar un Gobierno cuanto antes, reforzar el diálogo social y afrontar entre todos las transformaciones que necesita España».
«Tenemos por delante el SMI y queremos abrir la vía con los sindicatos», tal y como ha aprobado la patronal en la junta directiva que ha celebrado este miércoles. «Lo que pedimos al Gobierno es que nos deje margen (a empresarios y sindicatos) para hablarlo y que no nos marquen los espacios, que no haya interferencias. El presidente así me lo ha reconocido. Vamos a ver…», ha dicho Garamendi, antes de reconocer que ya se ha puesto en contacto con las organizaciones sindicales con este fin. «Debemos llegar a un acuerdo y ser nosotros los que traslademos a la clase política esta realidad, no al revés», ha añadido.
El rechazo de CEOE a un SMI de 1.000 euros contrasta en alguna manera con el compromiso pactado en el 2018 entre las patronales y sindicatos, en el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva, para establecer un suelo salarial de 1.000 euros por 14 pagas en los convenios negociados en el 2020. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha advertido este miércoles de que habrá movilizaciones y huelgas si las empresas se resisten a cumplir este compromiso interconfederal.
Desde el inicio de la crisis financiera y sistémica en 2008 y hasta 2015 el salario medio en España perdió un 8,6% de poder adquisitivo una vez descontada la inflación, según se desprende de datos del INE. Si se toma la inflación media de esos años, la pérdida de capacidad adquisitiva es un poco menor: un 7,6%, según sostiene un informe del gabinete económico de Comisiones Obreras.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario más frecuente en 2009 en España era de 14.490 euros al año, mientras que ocho años después, en 2017, era de 13.518 euros.
Estos datos de estancamiento o retroceso en los salarios de la clase trabajadora contrastan con otras cifras conocidas en noviembre de este año: entre 2010 y 2019, el número de millonarios en España se quintuplicó hasta alcanzar un total de 979.000 personas, según se desprende del ‘Informe de la riqueza mundial 2019’, elaborado por Credit Suisse Research Institute. En 2010 España contaba con 172.000 millonarios, frente a los 979.000 que existen al momento de elaborar el informe de este año.
Según datos ofrecidos por Credit Suisse, de esa cifra de millonarios españoles, un total de 899.008 cuentan con una riqueza de entre uno y cinco millones de dólares (entre 895.000 euros y 4,47 millones de euros); mientras que 52.585 tiene un patrimonio de entre cinco y 10 millones de dólares (4,47 y 8,95 millones de euros); 24.818 disponen de entre 10 y 50 millones de dólares (entre 8,95 y 44,77 millones de euros); 1.452 cuentan con activos valorados entre 50 y 100 millones de dólares (44,77 y 89,5 millones de euros); 685 disponen de entre 100 y 500 millones de dólares (89,5 y 447,7 millones de euros); y 61 personas se sitúan en el tramo más exclusivo, con una riqueza valorada en más de 500 millones de dólares. Estos datos sitúan a España en la posición número 16 del ranking de países con mayor número de ‘ultrarricos’.