Macron cede ante la huelga y retira edad fija de jubilación de reforma de pensiones
Según el primer ministro galo, Edouard Philippe, pese a que el Gobierno está “dispuesto a retirar temporalmente” la edad fija, mantiene la “voluntad de construir un sistema de pensiones universal”.
El Gobierno de Francia aceptó este sábado retirar “provisionalmente” la edad fija de jubilación de 64 años, incluida en el proyecto de reforma de las pensiones, tras más de un mes de movilizaciones y huelgas promovidas por los sindicatos y organizaciones de pensionistas.
“Con el fin de demostrar mi confianza en los interlocutores sociales (…) estoy dispuesto a retirar del proyecto de ley la medida a corto plazo que había propuesto, que consiste en converger progresivamente a partir de 2022 hacia una edad de equilibrio de 64 años en 2027”, sostuvo el primer ministro galo, Edouard Philippe, en una carta dirigida a los sindicatos.
Asimismo, Philippe agregó que, pese a que el Gobierno está “dispuesto a retirar temporalmente” esta edad fija (una de las demandas clave de los sindicatos), mantiene la “voluntad del Gobierno de construir un sistema de pensiones universal” y que “tomará por ordenanza las medidas necesarias para alcanzar el equilibrio de aquí a 2027”.
La Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), uno de los sindicatos más poderosos del país, aplaudió el anuncio del Ejecutivo y lo celebró como un “logro” que “marca la voluntad de compromiso del Gobierno”. De igual manera, la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA) expresó su satisfacción por la retirada, y su secretaria general, Laurent Escure, la calificó de “condición esencial antes de la celebración de la conferencia de financiación”.
El paro nacional en contra de la reforma de las pensiones comenzó el 5 de diciembre, paralizando el transporte público, y desde entonces en Francia se organizan huelgas y protestas. La reforma del Gobierno tiene como objetivo eliminar los 42 regímenes especiales actuales que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales, como la del transporte público.
En su lugar se busca instaurar un nuevo sistema universal por puntos que, según el Gobierno, será más justo y transparente, pero según temen los sindicatos, hará que millones de franceses trabajen más tiempo por una pensión menor.