Madrid cerrada ante el Covid-19
La Comunidad más afectada por el brote del Covid-19, con hasta 133 fallecidos, ha establecido el cierre total de comercios excepto supermercados, farmacias, gasolineras, estancos y algunos restaurantes de comida a domicilio.
Los municipios de la Comunidad de Madrid han amanecido esta mañana cerrados. Las últimas medidas adoptadas por el gobierno autonómico han decretado la clausura total de todos los establecimientos de cara al público, excepto aquellos considerados de primera necesidad.
La presidenta Isabel Díaz Ayuso comparecía junto al alcalde de la capital Martínez-Almeida última hora de la tarde de ayer para exponer las medidas decididas de cara a contener el brote del virus en la comunidad más afectada de todo el país, con al menos 133 fallecidos confirmados hasta el momento. La presidenta no perdió la oportunidad para, a pesar de la anunciada “lealtad a la autoridades” a la que se había comprometido pocas horas antes el líder del Partido Popular Pablo Casado. Ayuso comenzó atacando al gobierno central y poniendo en duda la declaración de estado de alarma anunciada ayer por el presidente Pedro Sánchez.
Al cierre de comercios, Ayuso sumó las otras dos medidas estrella de cara a la contención de la enfermedad: convertir hoteles en hospitales y un mando unificado de emergencias. La primera, una decisión que en realidad pone de manifiesto la tremenda escasez de recursos en la sanidad madrileña tras más de una década de gestión destinada al establecimiento de un modelo sanitario privado.
Un modelo de sanidad privada en el que parece continuar confiando ciegamente el gobierno autonómico, a juzgar por el nombramiento de Antonio Burgueño, líder intelectual del plan de privatización de centros hospitalarios puesto en marcha en 2012, paralizado por la justicia por su volumen de irregularidades y que acabó, aparentemente, con la carrera política de Lasquetty antes de ser resucitado por la propia Ayuso como Consejero de Hacienda.
Su nombramiento, que parece orientar la gestión autonómica de la crisis ha recibido duras críticas de colectivos, partidos y organizaciones que ponían de manifiesto la necesidad de dotar de recursos suficientes al sistema sanitario público de cara al control de la enfermedad.
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