Alianza por la Solidaridad alerta de una proxima crisis alimentaria en Haití
La población reclama ayuda internacional para reconstruir sus medios de vida y poder poner en marcha la próxima cosecha.
Recuerda que 1,4 millones de haitianos necesitan ayuda alimentaria.
Alianza por la Solidaridad, tras recorrer y evaluar la situación de las zonas afectadas por el huracán Matthew en Haití, alerta del riesgo de que gran parte del país sufra una gran crisis alimentaria si en las próximas dos semanas no se envía ayuda para reconstruir su sector agrícola y los mercados, medios de vida de subsistencia del 85% de su población.
Mercedes López, coordinadora de Alianza en Haití, informa de que en estos momentos la llegada de ayuda humanitaria urgente (comida, fármacos, personal sanitario o kits de higiene y potabilización del agua) es imperiosa. La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que 1,4 millones de personas necesitan esta ayuda alimentaria, 800.000 de forma urgente.
La situación puede agravarse si a partir de noviembre no se aprovecha la próxima temporada agrícola para volver a plantar todo lo que Matthew ha arrasado, el 100% de los cultivos en el departamento de Grand Anse y un alto porcentaje de los mismos en otros cuatro departamentos. También han desaparecido las reservas de semillas, los utensilios agrícolas, así como los animales de granja (fundamentalmente, gallinas y cabras). En la costa, barcos y enseres de pesca están igualmente destruidos o desaparecidos.
“En las comunidades afectadas por el huracán lo que nos pide la población es que les ayudemos a reconstruir los medios con los que se ganaban la vida. Si no sale adelante la próxima cosecha, la desnutrición puede ser elevadísima, y con ella el riesgo de más enfermedades”, apunta López.
Por otro lado, los precios de los pocos alimentos que quedan han comenzado a dispararse. En algunas comunidades productos como la sal han incrementado su precio un 300% en los mercados locales. Si antes las familias comían dos veces al día, ahora su dieta se ha reducido a una y, en general, basada en frutos caídos durante el huracán.
Alianza por la solidaridad ha estado presente en la localidad de Abricots, al este de Jeremie, en el suroeste, una comunidad en la que viven unas 7.000 personas, para hacer una evaluación de la situación y determinar las necesidades que reclaman las personas damnificadas tras el desastre. El equipo se ha encontrado una localidad en la que no queda una escuela en pie, el centro de salud inundado y la sección dedicada al tratamiento del cólera, inhabilitada.
Ante esta situación, Alianza hace un llamamiento a la solidaridad internacional para poner en marcha iniciativas relacionadas con el acceso a las semillas, provisión de herramientas agrícolas y nasas de pesca, de animales domésticos para el consumo y, en general, los medios de vida que permitan reconstruir el tejido agrícola y los mercados locales. “Aunque lo más urgente es ahora mismo es el reparto de comida, agua o lo relacionado con la salud y la higiene, es imprescindible aprovechar la cosecha de noviembre para evitar una crisis alimentaria de grandes dimensiones”.
En este sentido, la organización ya está preparando diferentes acciones en colaboración con las instituciones locales, tanto en el suroeste, la zona más afectada, como en el sudeste, donde lleva trabajando 10 años. En el departamento del Sudeste, Alianza tiene en marcha un proyecto para reforzar con el servicio nacional de Protección Civil, la prevención y la respuesta ante catástrofes naturales, que incluye acciones de sensibilización y preparación para la población.
Alianza destaca la importancia de la coordinación que se ha puesto en marcha entre las instituciones internacionales, entre ellas las agencias de Naciones Unidas, las ONG presentes en el país, las instituciones locales y el gobierno haitiano, con objeto de que el reparto de la ayuda humanitaria llegue a todos los lugares afectados y se eviten problemas de seguridad como los acaecidos en los últimos días.