Conformista Disconforme •  12/12/2015

¿Por qué voy a votar a Unidad Popular?

¿Por qué voy a votar a Unidad Popular?

Dentro de poco va a hacer dos años desde que tuvieran lugar las Marchas de la Dignidad. Aquellas fueron, probablemente, las mayores movilizaciones organizadas sin las grandes cúpulas sindicales y con contenido claramente propositivo. No fueron protestas, sino propuestas, no era simplemente el “no a lo que se hace”, sino que eran un “queremos que se haga esto”. Aunque tuvieron una coordinación estatal, no fue una bola que naciera desde arriba, que se convocara en grandes medios o con personas muy influyentes, sino que fue una bola de nieve que se fue haciendo grande barrio a barrio, pueblo a pueblo, con unos cuantos héroes y heroínas que se recorrieron medio país hasta converger en Madrid.

Fue un éxito enorme, tanto que puso nervioso al poder de tal forma que se mandó disolver en circunstancias anormales, cuando aún no había terminado todo, cuando aún había en la calle familias enteras que no sabían lo que pasaba. Aquello fue un síntoma de lo que habíamos provocado: el miedo estaba cambiando de bando, y el poder actuaba para que volviéramos a sentirlo.

Echando la vista atrás recuerdo bien el lema de aquellas marchas: “pan, trabajo, techo y dignidad”. A aquel eslogan le acompañaban las cuatro reivindicaciones básicas que se acordaron y que movilizaron a esa mayoría oprimida:

  1. Vivienda digna para todas.
  2. Servicios 100% públicos y de calidad.
  3. Trabajo digno garantizado o renta básica.
  4. No al pago de la deuda ilegítima.

Esas cuestiones estaban en la centralidad del debate hace menos de dos años. Parece sorprendente viéndolo desde el punto de vista de hoy, cuando parece tan lejano aquello. Todas las que participamos deberíamos preguntarnos acerca de qué ha ocurrido con todo eso, ¿por qué algunas de esas cuestiones no son el centro del debate ni se plantean con esa claridad y contundencia? ¿Qué hemos hecho para que eso deje de ser así? ¿Tiene algo que ver esta pérdida de hegemonía en las propuestas con la reducción notable de la movilización popular? No me voy a extender, pero creo que deberíamos reflexionarlo todas y todos, sobre todo de cara a nuestro actuar de cara al día después de estas elecciones, si es que queremos lograr de verdad la unidad de las trabajadoras y trabajadores para luchar y vencer a los grandes poderes económicos.

Y como creo que esas proclamas deben seguir estando presentes después del 20 de Diciembre, como creo que pueden ser la base sobre la que se articule una propuesta popular para un nuevo país, me veo en la obligación de votar en las próximas elecciones a la única opción que lleva todas estas propuestas en su programa electoral (excepción hecha de la renta básica, pues se ha optado por el trabajo garantizado y renta sólo para quien no pueda acceder a este).

Es por eso que yo votaré Unidad Popular.

Y esto no significa que no entienda las críticas, incluso desconfianzas, a Izquierda Unida que es la parte mayoritaria del proyecto y que ha estado demasiado tiempo manejada por una mafia que tenía su base de actuación en IUCM. Muchas lo sabemos y lo sufrimos, como sabemos que hace unos meses se dio un paso para acabar con aquello, y que será necesario ir dando aún más pasos para acabar con ciertas dinámicas, ciertos comportamientos y formas de funcionar que aquellos Pérez, Reneses o Llamazares implantaron, pero eso, a mi parecer, no está por encima de olvidar cuestiones básicas del programa.

Entre esas cuestiones básicas del programa no me olvido, a parte de las ya mencionadas antes, de las cuestiones feministas, ecologistas, de derechos laborales, de migrantes, de personas LGTBI o con diversidad funcional, así como una política que exterior que renuncie a la guerra como instrumento, y por tanto a la OTAN. Creo firmemente que en todas esas cuestiones el programa de Unidad Popular es muy bueno, tanto como para votar esta candidatura que incorpora a trabajadores y trabajadoras, luchadoras normales y corrientes que ahora salen de su anonimato y dan un paso adelante.

Y dicho esto, mando otro mensaje, claro y conciso: Se puede tener desconfianza a una parte del pasado de IU, se puede tener desconfianza a ciertas cuestiones de formas o programa de Podemos, pero lo que no podemos es hacer que eso fortalezca al más evidente de los enemigos (electoralmente hablando): el bipartidismo del PP y PSOE que nos han traído hasta aquí, y su muleta y recambio que es Ciudadanos.


Conformista Disconforme / 

Me llamo Sergio, nací en 1984 y trabajo diariamente para que entre todas las personas construyamos una sociedad democrática, justa y libre de opresión y explotación. Para ello, lucho contra el sistema capitalista actual y contra la clase dominante que lo dirige y explota al conjunto de la clase trabajadora.
He crecido y vivido la mayor parte de mi vida en Fuenlabrada. Mi niñez y adolescencia fue tranquila y considerablemente feliz. Como siempre digo, creo que he tenido una vida muy fácil, y se lo debo en su mayoría a mi madre y mi padre. Estudié en un colegio concertado desde la escuela infantil hasta bachillerato. Fui muy buen estudiante, no tanto por especial esfuerzo (me dediqué a cumplir con lo mínimo que se me exigía) sino porque tuve la suerte de que siempre se me dio muy bien estudiar. Estudié el bachillerato tecnológico y entré a la carrera que deseaba, Ingeniería Aeronáutica, con cierta holgura en la nota.
Siempre daré las gracias a mi madre y mi padre por haberme dado lo mejor y haber trabajado lo que no está escrito para que todo fuera bien. Sin embargo, a día de hoy pienso que todo lo que me dieron, una vida fácil, una educación en un colegio concertado y la ausencia de apreturas económicas, hizo que viviera en una burbuja, en un mundo sin contradicciones con el sistema, en el que parecía que todo el mundo podía hacer lo que soñaba si se esforzaba por ello. En esa situación mis sueños no eran más que ser una persona de éxito tal y como se nos vende en el sistema. Eso pensaba yo a mis 17 años cuando ingresé en la Universidad Politécnica de Madrid y casi al mismo tiempo comenzaba a participar como voluntario en la Asociación Infantil y Juvenil Mejor Juntos, por el simple motivo de que mis mejores amigas estaban participando allí. No tenía yo por entonces muchas ideas de izquierdas.
Pero llegó la primera contradicción con el sistema: la carrera que había elegido era adecuada para tener éxito, no me pareció imposible de aprobar en ningún momento, y sin embargo estuve convencido a los 4 meses de que no era lo que deseaba. Al curso siguiente me matriculé en la Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid. Y a partir de ahí, sin prisa pero sin pausa, mi base ideológica fue cambiando progresivamente gracias a dos factores esenciales: estudiar la economía capitalista y participar en el mundo asociativo como monitor y coordinador de tiempo libre.
Estudiar la teoría económica capitalista me hizo analizarla y ver lo que era evidente: se asentaba sobre bases falsas y con ello sus conclusiones y análisis eran erróneos. Participar en el mundo asociativo, trabajar con diversas personas de diferentes estatus sociales y formarme en el terreno de la educación no formal (Curso de Monitor de Ocio y Tiempo Libre en 2004 y Curso de Coordinador de Tiempo Libre en 2010, además de diversos monográficos), me hizo conocer otras realidades y unas visiones más críticas de la sociedad.
Finalmente acabé la carrera en Febrero de 2009, ya que me costó más de lo que debería debido a múltiples motivos como la desmotivación por la contradicción entre lo que estaba estudiando y la ideología que poco a poco iba adquiriendo, o la falta de tiempo debido a que trabajaba por las tardes y realizaba muchas tareas asociativas como la época en que fui a la vez presidente de Mejor Juntos, vocal del Consejo de la Juventud de Fuenlabrada, miembro de Juventudes Socialistas de Fuenlabrada (sí, estuve allí entre 2007 y 2008, antes de desengañarme y ver que no representaba lo que yo quería, ni en el fondo ni en la forma, lo que me hizo votar a IU en las generales del año que dejé JJSS) y representante de Mejor Juntos en el Consejo Local de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Fuenlabrada, entre otras cosas.

Casi al mismo tiempo que terminé la carrera, comencé a militar en Izquierda Unida, implicándome más poco a poco. Desde Enero de 2010 a Marzo de 2013 fui Coordinador de Jóvenes de Izquierda Unida de Fuenlabrada, y durante ese tiempo también formé parte del Consejo Político de Izquierda Unida de Fuenlabrada y de la Comisión Coordinadora de Jóvenes de IU-CM. Sin embargo, mi participación en IU fue bajando en motivación gracias, en gran parte, a los chanchullos y tejemanejes de los dirigentes de Fuenlabrada hasta que me di de baja en 2014.

También participé en el movimiento 15-M desde sus inicios, yendo a aquella manifestación que le da nombre, y estando presente en Sol la noche del 16 de Mayo cuando la policía del entonces Ministro del Interior Rubalcaba decidió reprimir y acabar con la acampada pacífica de protesta que allí se había organizado, lo cuál hizo que el movimiento tuviera una mayor visibilidad y apoyo por parte de toda la sociedad ya por entonces indignada. A partir de su descentralización y formación de las asambleas en barrios y municipios, participé más intermitentemente de lo que debería en el 15M de Fuenlabrada.

Además de esto, seguí participando en otros colectivos y plataformas como el Frente Cívico-Somos Mayoría del que fui coordinador en Fuenlabrada, la Plataforma contra los Recortes y en Defensa de los Servicios Públicos, y promoví con otras personas y organizaciones las Marchas de la Dignidad 22M en Fuenlabrada. Sigo trabajando como monitor de tiempo libre, coordinador y formador no formal, además de participar en la Asociación Mejor Juntos.

En Otoño del 2014 me enfrasqué en un proyecto que me ilusiona como pocos, y es la formación de una candidatura popular local (GANAR FUENLABRADA) en Fuenlabrada que lleve lo que las calles dicten a las instituciones.

Por último, quiero destacar cuál es mi ideología, para que nadie se lleve a engaños al leer este blog. Me considero comunista y marxista, y creo firmemente que la clase trabajadora debe organizarse y luchar contra la opresión que sufre de parte de la clase capitalista dominante (que viene a ser lo mismo que las de abajo y los de arriba, u otras denominaciones análogas), hasta lograr que se garantice pan, trabajo, techo y vida digna para todas, y que los principios de democracia, participación y libertad estén presentes realmente. Para ello, considero de vital importancia la formación y la mirada a medio-largo plazo, puesto que el cortoplacismo suele llevarnos a parches poco duraderos que no cambian la sociedad ni las injusticias, sólo las maquillan.
Espero que esto les ayude a haberme conocido algo más, y les incite a seguir leyendo el blog.
“Ni guerra entre pueblos,
ni paz entre clases”