El País lleva a su portada el nuevo acercamiento PSOE-Podemos con un apretón de manos Rajoy-Iglesias
Recopilar las manipulaciones y mentiras que desde El País se vierten contra Podemos en el último año parece una tarea titánica. Incluso un estudio pormenorizado de contenidos tendenciosos durante el último mes daría para un libro de denuncia de mala práxis periodística. Los editoriales y textos de opinión en general recuerdan la vehemencia con la que se emplean los periodistas del grupo PRISA contra el gobierno venezolano u otros gobiernos de la izquierda latinoamericana. También cómo se despachaban con el gobierno Griego de Tsipras antes de su claudicación. Hoy, Ni unidad ni belleza, o hace unos días Así no Podemos, son dos ejemplos histriónicos de los editoriales del diario, convertido en el amigo pesado o el cuñado que repite lemas o parafrasea desde diversos puntos de vista tres o cuatro ideas: “Podemos vota junto al PP contra el PSOE, la mitad de los votantes de Podemos desaprueba el veto a Ciudadanos, sus propuestas económicas son inviables, hay una división, una guerra de poder interno”, etc. Argumentos que convierten en crónico lo anecdótico o puntual, con una cantinela ya escuchada en los años 90 contra Izquierda Unida: El rechazo al tratado de Maastricht acentúa la división en Izquierda Unida (1992); Izquierda Unida y la ética de la responsabilidad (1997) -donde se preguntaba si era precisa la desaparición de IU o su marginalización electoral para que la izquierda, gracias a la unidad, recuperase el poder-; Auge y caída del líder que nunca se equivocaba (2000) -para arremeter contra Julio Anguita, acentuando rasgos que hoy también se exageran contra Pablo Iglesias-; La ‘pinza’ que se volvió lanza (2001); o Vuelve la pinza (2011), y un largo etc.
Recordemos que si estas críticas se repitieron durante años, fueron decisivas justo antes de las elecciones de 1993, cuando el PSOE de Felipe González pudo formar gobierno con Izquierda Unida pero eligió a los nacionalistas catalanes de la CIU de Pujol.
Así pues, comentaré casos llamativos o de enorme alcance que hayan podido pasar desapercibidos, como la portada impresa de ayer. El titular en el centro informa de que PSOE y Podemos se comprometen a volver a intentar un acuerdo, pero se acompaña de una foto de Iglesias estrechando la mano a Mariano Rajoy. Cualquiera pensaría que ahí debiera aparecer -en todo caso- una foto de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Igual son tonterías mías, pero… ¿Qué sentido tiene acompañar semejante titular de esa fotografía si no es otro que incidir en la forzada, maniquea y fracasada idea de la “pinza PP-Podemos“? En los próximos días asistiremos a intentos de sabotaje contra este nuevo acercamiento tanto más impulsivos conforme Ciudadanos pudiera quedar fuera de juego.