Experiencias socialistas del pasado, presente y futuro
El otro día alguien me dijo que, aún huyendo del neoliberalismo, encuentra cosas positivas en esta ideología, porque pese a defender unos derechos sociales, también dice defender la “libertad” del individuo. Ingénuos de ellos, no saben que su idea de libertad es la que siempre defendieron los socialistas, libertarios y comunistas, y que la libertad neoliberal es una farsa que enmascara la simple intención de explotar a las personas libremente.
Pero el socialismo tiene que hacer frente a la propaganda capitalista que no deja de mostrarnos los fracasos socialistas de la historia.
El primer experimento socialista de la historia comenzó con la Revolución Rusa de 1917, que daría luego lugar a la creación de la URSS y que puso fin a la dictadura zarista. En los primeros años de la revolución, el pueblo empezó a construir toda una nueva sociedad nueva y menos jerarquizada, que supuso una mejora notable en la calidad de vida de los trabajadores, dotando de unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad como la educación, la sanidad, los derechos sociales… La URSS pasó en pocos años de ser un país casi-feudal a ser la primera potencia mundial, rivalizando con EEUU. Países como China o Corea del Norte comenzaron de maneras similares.
Pero dichos sistemas se burocratizaron y el pueblo dejó de controlar el poder, sus gobiernos derivaron en regímenes muy represivos y autoritarios en los que no se supo mantener la libertad política, con lo cual acabaron totalmente en contra de los propios principios del socialismo. La URSS se disolvió y la mayoría de repúblicas socialistas que la integraban abandonaron el comunismo, así como la mayoría de los países que siguieron su estela. China tiene ahora un capitalismo de estado, Corea del Norte se ha convertido en una dictadura personalista y ha renegado del marxismo.
Cuba fue de los países de la órbita de la URSS que logró sobreponerse a la caída del bloque soviético manteniendo el socialismo y salvando los logros de la revolución. En el proceso, ha sabido eliminar la represión y gran parte de los vicios heredados del stalinismo.
También hubo otros países que han sabido extraer lo bueno de esa experiencia y emprender nuevos caminos. El primer intento socialista de la historia inspiró a nuevas revoluciones en América Latina y en el mundo, que trataban de enmendar los errores cometidos. La II República Española o la Via Chilena al Socialismo que Allende trató de llevar a cabo en Chile, fueron nuevas experiencias en las que, alejados de los métodos del comunismo soviético, el poder se obtenía siempre de manera democrática, nunca por las armas y siempre respetando las libertades y realizando una lucha de clases totalmente ideológica. El camino al socialismo se hacía por medio de la estricta legalidad y con una constitución y unas leyes que promoviesen cambios profundamente socialistas. Muchos de estos intentos fueron frustrados por el fascismo que se aprovecharían de la debilidad de estos gobiernos totalmente comprometidos con la legalidad y la democracia y que no se habían centrado en la autodefensa.
Pero no todos fueron derrocados:
Bielorrusia, una de las repúblicas socialistas fundadoras de la URSS, logró mantener los logros del comunismo soviético liderada por Aleksandr Lukashenko, quién inspirado en la experiencia chilena impulsó una democracia participativa y una nueva constitución socialista. Lukashenko luchó firmemente contra la corrupción y la burocracia arrastrada del periodo anterior.
Hoy estamos viviendo la experiencia del Socialismo del Siglo XXI, la revolución bolivariana, inspirada también en las ideas de Bolívar, Martí y del modelo de Allende, llevada hoy a cabo por Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay… es una experiencia nueva para lograr un mundo más justo. Estos pueblos han emprendido su propia vía al socialismo y el tiempo dirá cuáles fueron sus logros y cuáles sus errores. Por eso, hoy existen los referendums revocatorios, se respeta la pluralidad política, se mantiene una estricta fidelidad a la legalidad… todo para evitar que el poder se corrompa y que este esté siempre al servicio del pueblo.
Algunos dirán que no merece la pena seguir intentando lograr un sociedad igualitaria, que seguramente nos equivocaremos de nuevo… Yo no lo creo así. Pienso que el género humano puede evolucionar e buscar nuevas formas de vivir y de organizarnos, que otro mundo es posible. El capitalismo lleva mucho más tiempo intentando vendernos que puede ser más justo y más respetuoso con los Derechos Humanos, pero hoy por hoy solo vemos una economía que enriquece a unos y empobrece a otros, que genera miseria en el tercer mundo y en las clases trabajadoras de sus propios países, que está cargándose el planeta en su afán expansivo.
El neoliberalismo es todo lo contrario a los derechos humanos, es la explotación del pobre por el rico, es todo lo contrario a la libertad y la igualdad.
¿Por qué deberíamos darle más intentos al capitalismo? ¡Construyamos el socialismo del siglo XXI!