Hablemos de fútbol (III)
“Estoy aquí para defender al fútbol y a los profesionales que lo engloban”
Luís Aragonés
Wembley 1992, minuto 111 de partido, el árbitro pita una falta en el borde del área, Bakero la saca en corto para Stoichkov la pisa y Koeman golpea el balón por encima de la barrear y entra por el palo izquierdo de la portería. Se desata la locura. El Dream Team gana la primera Copa de Europa de la historia del Barça. Un vasco, un búlgaro y un holandés firmaban el momento más glorioso del imaginario culé. El equipo que atacaba tocando y tocando el balón llegó a la cima con un gol de falta. Ironías de la vida.
Hampden Park 2002, minuto 44 del partido, Roberto Carlos entra hasta el fondo de la banda izquierda, desde línea de fondo centra al borde del área, Zidane prepara el cuerpo de manera perfecta para empalmar el balón y culminar una de las jugadas más bellas del futbol. Un lateral brasileño que había sido descartado por el Inter de Milán pone la potencia, y un francés de padres argelinos pone la técnica, creando un recuerdo imborrable para todos. Y La Novena para el museo del Madrid.
Allianz Arena 2012, en la tanda de penaltis Neuer adelanta su equipo 3:1. El portero alemán había fichado el verano del 2011 por el Baryen de Munich procedente del Schalke 04. En su presentación fue amenazado por los ultras del Baryern, no querían que un jugador homosexual jugara en su club. Además de ser uno de los mejores porteros del mundo, esa noche paró y además marcó su gol. El maricón se convertía en héroe.
Mismo partido, Drogba anota el 3:4 con 34 años y da la final a los blue. El Chelsea gana por primera vez la máxima competición continental de clubs, el ejecutor nació en la pobreza de Mali, representa el sueño de la mayoría de niños africanos, triunfar como futbolista en Europa. El presidente Abramóvich puede poner la guinda a su multimillonario proyecto deportivo mientras su imperio económico da muestras de flaqueza. Un negro que podía haber muerto llegando a Europa copará las portadas de medio mundo.
90 minutos justifican todo lo demás. Así es el fútbol.