Hablemos de fútbol (I)
Hace dos semanas se nos iluminó el rostro con el gesto que protagonizó el Rayo Vallecano con Carmen, una aficionada de 85 años que iba a ser desahuciada y que el Rayo, en boca de su entrenador Paco Jiménez dijo que se encargaría de buscar un piso decente para la señora y le pagarían el alquiler el tiempo que viviera.
Una semana después se habla de fútbol para anunciar la muerte de un aficionado del Deportivo de la Coruña en manos de otro del Atlético de Madrid.
Pasamos de la esperanza al pesimismo en una semana. De lo mejor a lo peor. Hablamos de fútbol sin hablar de un partido. Hablamos de la vida.
Bendito Rayo
El Rayo volvió a dar la cara , otra vez dignificó al futbol y a los futbolistas. Si en la última huelga general el equipo no se entrenó en solidaridad a la gente de Vallecas, el pasado fin de semana se posicionaron contra el desahucio de una aficionada octogenaria.
Al Rayo lo describiría como un club de aficionados sin tonterías. Un club digno. Sus aficionados más conocidos son Los Bukaneros, se han hecho famosos en las redes sociales por las pancartas que muestran durante los partidos. El Campo de Fútbol de Vallecas se ha convertido en el altavoz de las reivindicaciones de todo un barrio.
Los dioses de Vallecas hablaron y no dijeron “el fútbol es así” hicieron política y usaron su espacio en los medios para denunciar que su gente no vive en el Olimpo.
En nuestro país los futbolistas de Primera División tienen un sueldo mínimo anual de 129.000€, y los de Segunda División de 64.500€. Los hay que cobran mucho más, pero son la minoría. Además, los futbolistas generan grandes ingresos para sus clubs. Son trabajadores mega especializados. Por cada jugador que llega a formar parte de una de las plantillas de los 42 equipos de Primera y Segunda División, centenares de miles de niños y jóvenes se quedan en el camino.
Horas de trabajo y esfuerzo para pulir el talento que a algún ojeador le ha parecido ver. “Tu llegarás lejos, si te esfuerzas serás profesional, lo tienes todo”. Cada año se repite esta frase miles de veces, la mayoría no llegarán ni a ser titulares en sus equipos formativos. La mayoría lo dejarán, otros lo seguirán intentando hasta perder la ilusión, otros nunca la perderán y quizás tampoco lleguen.
El deporte, y el fútbol en general es una burbuja con una competencia leonina. El futbol absorbe tanto que muchas veces solo permite pensar en futbol. Hasta los que estamos fuera pensamos en futbol sin querer.
Por eso tiene tanto valor que un equipo se implique en algo feo, en un problema con rostro, un problema político que implica a demasiados de nuestros vecinos y muestra lo peor de nuestro sistema. Ante los desahucios el Gobierno responde con silencios y mira a otro lado. Los miembros del Rayo Vallecano, esos que salen por las teles los domingos y llenen estadios, han dado una lección al Gobierno y una colleja a los Bancos.