Acusan a Tofiño de falsedad documental
“El Alcalde de Illescas y Presidente de la Diputación de Toledo manipula un informe geotécnico con el beneplácito de la Junta”. Así titula la revista Epoca el reportaje (se puede descargar completo desde aquí) dedicado a José Manuel Tofiño Pérez y al nuevo cementerio de Illescas en su número del 17 al 23 de octubre del 2008. Según recoge esta publicación, el nuevo cementerio de la localidad “se ha levantado en unos terrenos que podrían no ser los adecuados, según apuntan tanto los propios vecinos como fuentes del Istituto Geológico y Minero Nacional”
Tofiño, alcalde del pueblo y presidente de la Diputación de Toledo, según continúa diciendo la citada revista “se ampara en la autorización firmada por el Delegado Provincial de Sanidad de la Junta para mantenerlo abierto.
Dicha autorización podría cuando menos ponerse en tela de juicio si nos atenemos a que el informe hidrogeológico que se realizó en la zona (y que está en poder de la delegación de Sanidad) está incompleto y ‘manipulado‘, puntualizan los vecinos, porque de las 23 páginas de las que consta, 16 han desaparecido. Además, en la número 16 del informe (realizado por la empresa SERGEYCO) se afirma lo siguiente en referencia al terreno sobre el que se asienta el cementerio: ‘Son suelos con una alta probabilidad de riesgo por colapso por inundación debido a fugas o infiltraciones directas de agua. Desde el punto de vista geotécnico, estos materiales -arcillas- no se consideran aptos para el apoyo directo y soporte de las cargas de cimentación‘.
Por si eso no fuera suficiente para que la Junta de Castilla-La Mancha impidiese la ubicación del nuevo cementerio-tanatorio en esa zona, los vecinos han observado en múltiples ocasiones los desperfectos que se estaban produciendo tras la inauguración del campo santo, y que eran tan graves y alarmantes que no podían dejar pasar por alto. Entre esas desagradables deficiencias está la existencia de agua dentro de las sepulturas y el levantamiento del cemento de las tumbas provocado por la humedad del terreno.
Ante eso, el alcalde Tofiño, ha ha hecho otra cosa que afirmar que el Consistorio municipal tiene la autorización firmada del delegado provincial de Sanidad de la Junta de Castilla-La Mancha y que no hay nada más que discutir”.
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Desde el Instituto Geológico y Minero de España, fuentes consultadas por esta revista afirman, extraoficialmente, que ‘leyendo el informe que el Ayuntamiento de Illescas presentó en Sanidad, se ve que es muy ambiguo y que profundiza poco y deja abiertas todas las posibilidades‘.
A pesar de esas declaraciones, la respuesta oficial del Instituto Geológico se ha limitado a un simple correo electrónico en el que se asegura que este organismo no trabaja a petición de particulares y por tanto, no puede dar a esta asociación ningún tipo de explicación sobre un informe hidrogeológico que no obra en su poder”.
Ante esta situación, procede hacer algunas averiguaciones, puesto que si no se puede afirmar que todo lo racional es real, si es cierto que todo lo real es racional, es decir, que todo lo real ha de tener una explicación, incluso el empecinamiento, a primera vista absurdo, del Alcalde Tofiño en ubicar el nuevo cementerio donde está, en cerrar el antiguo, en no reconocer los que las fotografías publicadas por Epoca parecen demostrar claramente y en soportar pacientemente que los lodos de esas sepulturas le salpiquen día tras día.
En relación con esto, las preguntas más inmediatas a las que hay que buscar una respuesta son estas:
¿Cuál es la empresa concesionaria de los servicios funerarios de Illescas?
¿Quiénes son sus administradores y accionistas?
¿Cuáles son los vínculos societarios de esos administradores y accionistas?
¿Cuál es el iter registral, la historia registral, de los terrenos en los que se ha ubicado el nuevo cementerio? ¿A quién pertenecían? ¿Quién los compró? ¿Cómo llegaron a manos del Ayuntamiento o, en su caso, a las de la empresa concesionaria?
¿A quién se encargó la construcciones de las instalaciones?
¿Cuál será el destino de los terrenos del antiguo cementerio y quién tiene intereses urbanísticos en sus inmediaciones?
Y, a propósito, harían bien los vecinos de Carranque en ir poniendo sus barbas a remojar, porque sólo hace unos días, Alejandro Pompa llamó a capítulo a los propietarios de los solares que circundan el cementerio de la localidad para hacerles una propuesta que, teóricamente, no podían rechazar: modificar las normas subsidiarias para que en esos terrenos, aproximadamente unos 25.000 m2 (de los cuales una considerable cantidad pertenece ya a los hermanos López Iglesias, socios de VILLA ROMANA GOLF) Fuera posible la construcción en altura, y todo ello, sólo a cambio de que se constituyera una Unidad de Ejecución… cuyo destino, naturalmente, quedaría en manos de los comuneros mayoritarios, quienes podrían estar muy interesados en edificar un tipo de viviendas que pudiera acogerse a la categoría “público-privada” de Barreda dado que éstas tendrían garantizada su venta, en caso de no encontrar particulares que las adquieran, al propio Gobierno de Castilla-La Mancha.
No cabe duda de que si el muy centenario cementerio de Carranque acaba rodeado por una plaza de toros, un recinto ferial y una colonia de viviendas; se convertirá en un problema.