Activistas de la R.S.P. y Os Ninguéns acampan en Vigo para que no haya nadie sin techo
A esta hora duermen en tiendas de campaña varios miembros de la RSP y de Os Ninguéns en la Farola de Vigo. A estas horas, también, varias decenas de personas duermen en algún soportal, en algún cajero, en algún banco, en algún edificio derruido personas sin techo en Vigo.
El 28 de noviembre los colectivos RSP de Vigo y Os Ninguéns acampan durante 24 horas en la céntrica farola de Urzáiz, coincidiendo con la Jornada Mundial de las Personas sin Hogar, para reivindicar un parque de viviendas sociales.
Por la tarde Antón Bouza, de Os Ninguéns tomó la palabra para explicitar las necesidades de una ciudad, Vigo, en la que a pesar de las palabras del regidor municipal negándolo, hay personas que tienen que dormir en la calle. Por ello ha exigido que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tomen las medidas necesarias a fin de dotar a esta ciudad de un parque público de viviendas que coadyuve a solucionar el drama de las personas sin techo. Actualmente el albergue municipal tiene un límite de estancia de 10 días, lo que en la práctica condena a las personas sin techo a tener que pasar noches en la calle.
Verónica, una de las afectadas por la ausencia de unas políticas sociales justas, tomó la palabra para contar su caso en el que además se dan otras circunstancias más dramáticas: no puede estar con sus tres hijos menores de edad porque al carecer de los recursos básicos necesarios están tutelados por la Xunta de Galicia, que los ha entregado a otras familias. Casos como el suyo ponen en evidencia el desgarro al que lleva la pobreza cuando no es atendida por las instituciones públicas. La ruptura de la unidad familiar es una de ellas. Una mesa en la acampada recoge firmas para reclamar que Verónica pueda vivir con sus hijos de nuevo.
Además de la intervención de Antón y Verónica, Isabel, de la Red de Solidaridad Popular, leyó un comunicado que se reproduce a continuación:
«Hoy, 28 de noviembre de 2016 los colectivos RSP Vigo y Os Ninguéns nos acampamos en la farola de Urzáiz 24 horas, en la jornada mundial de las personas sin hogar, para reivindicar un parque de viviendas sociales municipal y autonómico que sea suficiente para cubrir las necesidades habitacionales de cualquier persona empobrecida.
Igualmente exigimos mejoras en el albergue municipal, que necesita un incremento del número de plazas y un espacio de encuentro diurno que los usuarios puedan utilizar más allá de la pernocta, para poder refugiarse sobre todo en los días de frío y lluvia. Asimismo es esencial aumentar el número de lavadoras y secadoras y terminar con el límite de estancia de diez días.
Entendemos que estos itinerarios temporales deben rematar con la consecución de un piso social independiente donde personas o familias puedan disponer de un techo aunque sus ingresos económicos sean bajos (parados de larga duración, perceptores de ayudas sociales, PNCs etc.) y colectivos especialmente castigados (madres empobrecidas con hijos a cargo, familias monoparentales, mujeres con problemas de violencia de género, etc.).
En un ayuntamiento como el nuestro, con superávit… ¡Nunca más familias en chupanos, en infraviviendas, en pisos patera!
¡Por un Vigo acogedor que significa TECHO PARA TODAS!»
Frente a un alcalde aficionado a usar la V con los dedos en alusión a un Vigo en el que vence… se realizó un ^ para señalar que ese Vigo con personas sin techo no es esa ciudad bonita de la que presume. Esos dedos en forma de ^ piden precisamente eso, techo para tod@s.
La acampada, inciada a las 12 de la mañana del día 28 de noviembre, terminará a las 12 de la mañana del 29, habiendo sido comunidada a la Subdelegación del Gobierno, a fin de respetar la legislación vigente. No obstante, a lo largo del día 28 tanto policía local como nacional pasaron por ella con intención de desmontarla, teniendo que realizar una llamada telefónica a la Subdelegación las personas acampadas a fin de evitar el desalojo. Lo que pone en evidencia no solo la mala comunicación entre instituciones sino una realidad más cruda: en lugares visibles y turísticos el Ayuntamiento de Vigo no permite que la gente duerma, no sea que se estropee la imagen de «ciudad bonita» que vende Caballero.
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