La fosa común de Pico Reja podría albergar más del doble de víctimas franquistas de lo que se calculaba
· La Sociedad de Ciencias Aranzadi, encargada de los trabajos de exhumación, calcula que en la fosa común de Pico Reja yacen más del doble de víctimas de la represión franquista de las que se esperaban
· Eva Oliva: “Exigimos que se levante un atestado oficial por cada víctima de la represión fascista, para que esas muertes figuren como asesinatos. No solo queremos conocer la verdad, también exigimos justicia y reparación”
La fosa común de Pico Reja, ubicada en el cementerio municipal de San Fernando (Sevilla) y en la que se espera encontrar los restos de Blas Infante, podría albergar más del doble de víctimas del franquismo de lo que se calculaba anteriormente. Así lo comunicó ayer la Sociedad de Ciencias Aranzadi, encargada de los trabajos de exhumación, en una reunión en la que estuvieron presentes tanto representantes municipales como familiares y asociaciones memorialistas. Hasta la fecha, y según los cálculos del historiador José Díaz Arriaza, se creía que en Pico Reja estaban enterrados los restos de 1.103 personas asesinadas por el franquismo. La estimación de Aranzadi es que la cifra podría ser muy superior y elevarse por encima de los 2.600.
Eva Oliva, edil de Adelante Sevilla que asistió a la reunión de ayer, ha reclamado al gobierno municipal de Juan Espadas “mayor transparencia” y, aunque agradece la información que ayer se facilitó a familiares y asociaciones, lamenta que “en lo que va de mandato el gobierno municipal no ha convocado ni una sola vez a la Mesa de Memoria Histórica, que debería poder abordar cuestiones tan importantes como la exhumación de Pico Reja”.
La concejala de Adelante Sevilla espera que “los trabajos de exhumación sigan avanzando a buen ritmo para que la sociedad sevillana conozca mucho mejor qué sucedió en nuestra tierra tras el golpe de estado fascista de 1936”. La edil se interesó ayer por “la cadena de custodia de los restos que están siendo exhumados, por el sistema con que se registran los daños que tienen los cuerpos que se hallan y por cómo se va a proceder a la hora de cruzar el ADN con los familiares, para poder identificar adecuadamente los restos de quienes fueron asesinados por el franquismo”.
Oliva ha exigido además al gobierno municipal que “se levante un atestado oficial por cada víctima, para que esas muertes no queden impunes y consten como lo que son, asesinatos”. La edil explica que “desde el movimiento memorialista no solo queremos conocer la verdad, sino que también exigimos justicia y reparación para quienes dieron su vida defendiendo la libertad y la democracia frente a los fascistas”.
La edil de Adelante Sevilla explica que “la fosa común de Pico Reja es una de las más importantes que hay en toda Andalucía, tanto por la cantidad de cuerpos que guarda como por contener los restos de Blas Infante, el padre de la Patria Andaluza”. Para Oliva “la fosa de Pico Reja es un testimonio inaudito de los crímenes de lesa humanidad que cometieron las tropas franquistas para derrocar a un gobierno legítimo y democrático”, y, por ello, reclama que “los trabajos de exhumación cuenten con todos los fondos que se necesitan para que desenterremos ese trozo de nuestra historia que, como la democracia, nos fue robado”. En este sentido, Oliva espera que “que no se tengan que paralizar los trabajos de exhumación por falta de presupuesto y no descarta que sea preciso un aumento del personal”, habida cuenta de los nuevos datos con que se cuenta.
No obstante, a pesar de la importancia de la exhumación de Pico Reja, Eva Oliva cree que “aún hay muchas más cosas pendientes por hacer en el actual mandato” y recuerda que “por desgracia, aún hay más fosas comunes por desenterrar, lo que da una idea clara de los crímenes que se perpetraron en nuestra tierra”. La edil de Adelante Sevilla marca como retos para el actual mandato municipal “concluir con la exhumación completa de los restos de Pico Reja, empezar el trabajo en las fosas comunes que quedan, conseguir la exhumación de Queipo de Llano del lugar de honor que ocupa en la Basílica de la Macarena, aclarar lo sucedido y recuperar la memoria sobre los bebés robados -que son los grandes olvidados del franquismo-, la retirada de la simbología franquista que aún pervive en nuestra ciudad y la realización de campañas divulgativas y de sensibilización para dar a conocer la represión y la magnitud de los crímenes que se cometieron tras el golpe de estado de 1936”.