Los sindicatos CGT, CCOO y UGT apoyan las protestas en Bielorrusia
Los tres sindicatos hablan de fraude electoral y violencia por parte del Estado. UGT, sin embargo, considera que «la voluntad de democracia y justicia social para Bielorrusia no debe ser objeto de ningún tipo de estrategia geopolítica interesada por parte de Estados Unidos, Rusia ni la Union Europea» y matiza que las sanciones que se apliquen no deben afectar «de manera alguna a las condiciones de vida de la sociedad bielorrusa».
Las tres centrales sindicales más importantes del Estado español -CCOO, UGT y CGT- han coincidido en su apoyo a las protestas que se están sucediendo estas semanas en Bielorrusia, ante lo que consideran un «fraude electoral». CCOO, en su comunicado, se suma a «la reivindicación que desde la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se ha hecho llegar a la Unión Europea para que interponga sanciones a Bielorrusia ante el fraude electoral y la violencia que se están viviendo en el país». En una línea similar se expresa la UGT, aunque matiza que las sanciones no deben afectar a «las condiciones de vida de la sociedad bielorrusa» y reprueba los intereses que potencias como «EEUU, Rusia o la UE» tienen en la zona.
CGT, que ha hecho suyo el comunicado de la Red Internacional de Solidaridad y Luchas, asegura que Bielorrusia «nunca ha tenido elecciones libres y la oposición política siempre ha sido sistemáticamente reprimida con violencia. Denuncia, asimismo, que, «antes de las elecciones, los mítines y reuniones de la oposición eran atacados regularmente por la OMON (policía antidisturbios) y por nervis pagados por el gobierno bielorruso para crear excesos e intimidar a la gente». CCOO secunda este punto de vista: «La constante represión del gobierno Lukashenko ha ido al alza ante la movilización y las huelgas laborales y las protestas contra el fraude electoral. Es urgente la puesta en libertad de todas las personas recluidas en centros de aislamiento o prisiones, desde el 9 de agosto por cuestiones políticas».
UGT, que muestra un tono más prudente que los otros dos sindicatos en algunas de las cuestiones, comparte, sin embargo, las críticas en lo referente a la actitud del Gobierno hacia el movimiento obrero sindical: «Bielorrusia es, según el informe anual Índice global de los derechos de la Confederación Sindical Internacional (CSI), uno de los peores países del mundo para ejercer la actividad sindical. En la ultima edición del informe, se incluya a este país del este de Europa en el grupo 5, reservado a los países donde los derechos no están garantizados, habiéndose constatado repetidamente diferentes formas de trabajo forzoso, severos impedimentos para la convocatoria de huelgas y una rígida normativa sobre el ejercicio de este derecho, entre otras graves violaciones a los derechos sindicales».
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