El viejo amante y la joven doncella
Si el gran Ionesco levantara la cabeza aquí y ahora, en la mismísima España, a buen seguro su enorme talento como dramaturgo sacaría un inmenso partido de los tiempos absurdos que estamos viviendo. Discursos huecos, palabras sin sentido, ideas mediocres, hechos insustanciales, personajes de barro que pasan por caballeros nobles…
07/10/2016