CCOO augura para septiembre “un inicio de curso escolar caótico” con el calendario propuesto por la Consejería de Educación
- El sindicato advierte que el adelanto en una semana del inicio de las clases, que comenzarán el 6 de septiembre, agravará el habitual retraso en la incorporación del profesorado necesario, además de restarle tiempo para la preparación del curso.
- Las fiestas religiosas determinan todo el periodo vacacional en el calendario 2023-2024, lo que provoca un desequilibrio de los periodos de descanso: el primer trimestre tiene 72 días lectivos, mientras que el segundo, 58.
- CCOO ha propuesto un calendario alternativo en el Consejo Escolar que, explica Isabel Galvín, “responde a la realidad de las necesidades educativas y no impone al alumnado y a los equipos docentes y directivos unos tiempos desiguales e innecesariamente largos”.
La Comunidad de Madrid ha adelantado en una semana el inicio del próximo curso escolar 2023/2024, de manera que las clases comenzarán el 6 de septiembre si, finalmente, se mantiene el calendario propuesto por la Consejería de Educación. CCOO considera que este adelanto perjudica “gravemente” el desarrollo normal de las clases. “Si otros años, empezando las clases más tarde, no ha habido manera de que estuviera todo el profesorado necesario en sus aulas, ni que decir tiene que vamos a tener un inicio de curso caótico el próximo septiembre”, augura Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid. Y otro inconveniente que apunta es que no deja tiempo material al profesorado para preparar el curso.
El sindicato ha elaborado una alternativa, que ha presentado en forma de voto particular en el Consejo Escolar y que “responde a la realidad de las necesidades educativas y no impone al alumnado y ni a los equipos docentes y directivos unos tiempos desiguales e innecesariamente largos”.
Aumento del cansancio
Por otra parte, el hecho de que en el calendario 2023/2024 de la Consejería las fiestas religiosas determinen todo el periodo vacacional provoca un desequilibrio de los periodos de descanso. Así, el primer trimestre tiene 72 días lectivos, mientras que el segundo, 58 días. “Por una cuestión cultural y de tradición se podría entender que haya que mantener las festividades religiosas de fuerte raigambre cultural, pero no que las mismas determinen todo el periodo vacacional. No es de este modo cómo se organiza la sociedad española en estos tiempos”, esgrime Galvín. “Lo lógico sería ubicar las vacaciones escolares de manera que la distribución de los periodos de descanso sea equilibrada a lo largo del curso”.
Insiste en las consecuencias negativas de que se reduzcan los días no lectivos y festivos y de que se distribuyan de manera descompensada a lo largo del curso: “Traerá como consecuencia, junto con el desequilibrio de la duración de los trimestres, el aumento del cansancio de alumnado y del profesorado en los distintos períodos y, especialmente, a final de curso”.
La propuesta de CCOO
La alternativa sindical se centra en tres requerimientos: que se retrase el inicio del curso de tal manera que el calendario se ajuste a los 175 días lectivos mínimos que indica la LOE -que ya es de los más extensos de la UE- unificando el inicio de curso al 11 de septiembre; que las festividades locales que coincidan con periodos de vacaciones sean trasladadas a periodos lectivos para que en todas las localidades se disponga del mismo número de días lectivos, y que se equipare el calendario de las Escuelas Infantiles al calendario de los centros de Educación Infantil y Primaria para evitar un aumento innecesario de días lectivos que no esté respaldado por criterios educativos.
Medida coste cero
Galvín acusa a la Consejería de Educación de recurrir a un número muy alto de días lectivos “como medida de coste cero para aparentar que se preocupan por la calidad educativa y evitar implementar medidas estructurales y de consenso, como inversión en plantilla, construcción de centros públicos y una bajada inmediata de las ratios en todos los cursos, entre otras”. “En definitiva”, concluye, “el calendario presentado por la Consejería está muy mal organizado y no atiende a las necesidades del profesorado ni a las educativas ni a los tiempos necesarios”.