Carmen Berasategui Verástegui •  Cultura •  12/05/2023

El NUDO poético se consolida y canta a la audacia para saltar, estrellarse, arder, coger impulso y saltar de nuevo, hacia arriba

NUDO, como punto de unión, zona de la que brotan las ramas de las plantas o parte central de una trama. Nudo como el que atraviesa las gargantas o se enreda en el estómago. Una emoción. Un verso. Un modo visual de definir abrazo. También, un festival de poesía. El que arranca el 21 de mayo y se celebra hasta el próximo 28 de mayo en Barcelona. «Desnudo. Así se da y se recibe la poesía», escriben en su propia página web. «Un encuentro poético anual que celebra los vínculos insospechados entre los seres y las cosas, entre las ideas y las formas».

El NUDO poético se consolida y canta a la audacia para saltar, estrellarse, arder, coger impulso y saltar de nuevo, hacia arriba

La escena poética nacional vive un apogeo sin precedentes. Cada vez hay más poetas, más revistas, más editoriales y más lectores de poesía, un género que, pudiendo parecer minoritario en un principio, va sumando más y más adeptos progresivamente.

Echando un vistazo a los numerosos encuentros poéticos que celebran la palabra nos fijamos en un festival muy particular, NUDO, festival de poesía desatada.

Nos ha llamado la atención por lo insólito de su propuesta y la originalidad de su imagen, sus carteles son siempre bonitos y acompañan cada edición de una estética y mensaje ciertamente elaborados. Se percibe la pasión y el cuidado, y esto a veces no es común entre tanta cita literaria, muy profesional, pero demasiado institucionalizada. NUDO ofrece formatos, lenguajes, lugares y temática muy diversa, y su mayor hándicap pero también oportunidad -pues dota de una libertad sin par- es que sobrevive sin la financiación de la administración pública. Son encomiables el entusiasmo y perseverancia casi idealistas de su directora, Carmen Berasategui, por propagar este género que ella considera estímulo y necesidad hoy más que nunca. Se dedica parte del año a prepararlo y ha logrado levantar un festival prácticamente autogestionado, sumando la colaboración de dos entidades en 2023: la agencia de comunicación Prodigioso Volcán y ACEC, la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña. Así ha llegado a su séptima edición, reivindicando la belleza de la palabra y su fusión con otras disciplinas. Durante siete días se celebrarán talleres, recitales, proyecciones, exposiciones y performances en seis espacios por varios barrios de la ciudad.

Su manifiesto de este año es toda una declaración de intenciones, celebrando la audacia. La audacia para saltar, estrellarse, arder, coger impulso y saltar de nuevo, hacia arriba. Saltar a ciegas y sin red. Porque si uno no se estrella, no siente el roce del fragor de la vida. Y en esa línea, hace homenaje a Arthur Rimbaud, cuyo poemario Una temporada en el infierno cumple 150 años. Mathias Énard y Eduard Escoffet se encargarán de invocarlo con un recital a dos voces, y habrá una exposición de poesía visual –Bailo el aquelarre, con viejas y niños, en el claro rojo de un bosque. Ardo como es debido- en la que 22 artistas visuales harán su interpretación personal del infierno vital y poético de Rimbaud.

Una de las cosas llamativas es la cantidad de contenidos sello de la casa, como V2 versos&visuals, la muestra de poesía internacional que han impulsado dentro del festival, o las jaranas poéticas, míticas ya en este festival por ser las veladas un poco más canallas y que regalan siempre hondura y diversión. Infinidad de propuestas, en definitiva, en un entorno íntimo y cercano donde reina el amor a la palabra y la belleza. 

«Si algo sé -comenta Berasategui- es que la poesía nos hace mejores personas, en cuanto que nos ensancha la percepción del mundo, y esto debería estar al alcance de cualquiera, desde niños a mayores, desde gente más humilde a la cultivada».

Así pues, enredados estamos ya a este NUDO que no sólo se va consolidando, sino que crece, salta y se desata.

Toda la información de eventos y entradas en www.festivalnudo.com

ANEXOS

Manifiesto

En 2023, celebrando su 7ª edición como festival, Nudo, festival de poesía desatada celebra la audacia. La audacia para saltar, estrellarse, arder, coger impulso y saltar de nuevo, hacia arriba.

Saltamos por sentirnos más altos unos instantes absurdos de tiempo pero que se hace infinito cuando alcanzamos unos pocos centímetros de más por encima del suelo.

Saltamos por sentir ese vértigo en el estómago no sólo mientras subimos sino también mientras bajamos.

Saltamos por un deseo irrefrenable de experimentar.

Saltamos cuando no nos conformamos. Cuando la situación en el suelo o donde estemos ya es exageradamente aburrida y necesitamos descubrir lugares o sensaciones nuevas.

Saltamos porque las caídas son gloriosas.

Saltamos por principios, por no traicionarnos, por amor, por convicción, por adrenalina, por amistad, por pasión, por sentirnos vivos. También por miedo y deseo de huir lejos. Saltamos por descubrirnos, por dar lo mejor de nosotros mismos, por entregarnos.

Saltamos a ciegas y sin red.

Saltamos porque no lo podemos evitar.

Saltamos porque, si no, nunca sabremos qué hay al otro lado que nos recibe.

Saltamos, sí, por curiosidad.

Y porque saltar es estrellarse, volar, caer en tirabuzón a las tripas de la vida.

Saltar es poesía.

Hitos programación

>ECLECTICISMO ABSOLUTO EN ESPACIOS, FORMATOS Y POETAS INVITADOS<

Una exposición:

-Ardo como es debido (poesía visual)

Un homenaje:

-Arthur Rimbaud

Dos talleres:

-Fanzine poético

-Kids Collage

20 recitales de poesía

Evento Technopoésie! (Poesía y techno en una terraza privada)

Contenidos propios del festival:

-La muestra internacional de videopoesía V2 versos&visuals

-Las jaranas poéticas (3 recitales seguidos en ambiente íntimo-festivo) 

-Maratón collage!

Bailo el aquelarre, con viejas y niños, en el claro rojo de un bosque.

Ardo como es debido.

EXPOSICIÓN COLECTIVA DE POESÍA VISUAL

Inusual Project

24 mayo-25 de junio (inauguración 24 mayo 19 h)

Hace 150 años Arthur Rimbaud publicó Una temporada en el infierno, un libro de poesía sin par, que puso patas arriba la forma de entender la escritura poética hasta entonces. Con sólo 19 años nos regaló uno de los poemarios clave de la historia de la literatura, de gran influencia en los poetas por venir. Es un poema en prosa, fechado entre abril y agosto de 1873, que consta de ocho partes donde aparece un Yo poético deslumbrante y audaz.

Esta exposición reúne obras de 22 artistas visuales que han aportado su interpretación personal del infierno vital y poético de Rimbaud: Beatriz Alarcia, Pablo Ballesteros, Carmen Berasategui, Juan Cardosa, Marta Codina, Santi González, Kertasiun, Cristina Lavilla, Marisa Maestre, Carlota Marquina, Yoana Miguel, Papa Urbano X, Patossa, Celeste Pérez Díaz, Rut Pin, Ester Ràfols, Albert Roca, Teresa Rubio, Lucía Soto, Eduardo Martínez, Teresa Rubio, Xabatini.

«Antaño, si lo recuerdo bien, mi vida era un festín donde se abrían todos los corazones, donde todos los vinos corrían.

Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. —Y la encontré amarga. —Y la injurié.

Me armé contra la justicia.

Hu. ¡Oh hechiceras, oh miseria, oh collera, a vosotras os he confiado mi tesoro!

Logré desvanecer de mi espíritu toda esperanza humana. Sobre toda alegría para estrangularla di el salto sordo de la bestia feroz”

(Pasaje de Una temporada en el infierno, del capítulo Noche de infierno)


poesía /