Experto de ONU: EEUU da trato inhumano a presos en Guantánamo
Los presos de Guantánamo reciben un trato cruel, inhumano y degradante, por lo que EE.UU. debe disculparse y dar una indemnización, dice una especialista en DD.HH.
Tras décadas de demandas infructuosas de expertos independientes de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Fionnuala Ní Aoláin, experta en derechos humanos de esta entidad global, pudo visitar en febrero la cárcel militar de Guantánamo por invitación del Gobierno del presidente Joe Biden.
“Observé que después de dos décadas de detención, el sufrimiento de los detenidos es profundo y continúa”, manifiesta la funcionaria en una rueda de prensa, luego de concluir la primera visita al centro de detención estadounidense, situado en Cuba.
Ní Aoláin, en el informe de su visita presentado el lunes, señala que los 30 presos que quedan en la cárcel de Guantánamo y que han estado allí durante casi dos décadas después de ser tomados como sospechosos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, han soportado vigilancia casi constante, extracciones forzadas de las celdas, utilización excesiva de medios de contención, carencias estructurales en materia de salud, acceso inadecuado a las familias y detenciones arbitrarias caracterizadas por las violaciones del derecho a un juicio justo.
De acuerdo con la experta, “la totalidad de todas las prácticas y negligencias tienen efectos agravantes acumulativos para la dignidad, la libertad y los derechos fundamentales de cada detenido, lo que equivale, para mí, a un trato cruel, inhumano y degradante de acuerdo al derecho internacional”.
Ní Aoláin señala que, en el caso de los exdetenidos, hay deficiencias en la provisión de medios esenciales para una vida digna, incluida la identidad legal, atención médica, educación, vivienda, reunificación familiar y libertad de movimiento.
Por tanto, considera también prioritario cerrar del centro carcelario de Guantánamo e insta al Gobierno de Estados Unidos a rendir cuentas por todas sus violaciones del derecho internacional y proporcionar de forma urgente disculpas, atención integral a las víctimas y garantías de no repetición.
La prisión de la Bahía de Guantánamo fue establecida en 2002 por el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, y tuvo alrededor de 800 reclusos en su punto máximo antes de que el número comenzara a reducirse hasta la treintena presente.
Los defensores de los derechos humanos están cada vez más frustrados con Biden por no cumplir su promesa de cerrar la prisión, dejando a los reclusos languideciendo en el notorio centro de detención en alta mar sin un final a la vista.
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