Gran éxito de la Manifestación el 28F en Sevilla
El Partido Nacionalista Andaluz, la Asamblea Nacionalista de Andalucía, las Mareas y otros colectivos piden coherencia al Gobierno.
La lluvia y las fuertes rachas de viento no fueron capaces de detener la “marea humana”, de en torno a 80.000 ó 90.000 personas, que ayer, 28 de febrero, llenaron por completo, de principio a fin, la Avenida José Laguillo en reclamación al Gobierno de España y a la Junta de Andalucía de una política acorde con las necesidades de la mayoría. Trabajo digno, fin de la precariedad y los salarios de miseria, sanidad, enseñanza, vivienda, cultura, servicios públicos de calidad.
Ambas instituciones han convocado y participado, junto a las mareas y otros colectivos sociales, políticos y sindicales, en la manifestación, a la que acudieron miles de personas de otras localidades de Andalucía, en docenas de autobuses, transporte colectivo y vehículos particulares, desafiando al tiempo, porque resulta insostenible la situación a la que nos ha llevado el mal gobierno de los estamentos políticos responsables. El hambre, la nefasta asistencia sanitaria, con interminables y vergonzosas listas de espera, la desindustrialización creciente, mientras se financia la destrucción de empleo, el abandono de la enseñanza y la cultura, relegada como no ha estado ni en los peores momentos de la economía y la dictadura, y, en vez de aplicar soluciones responder con leyes coercitivas y represivas, es algo impensable y por ello inadmisible en un régimen que se pudiera considerar democrático.
La manifestación ha llenado las calles de Sevilla, a pesar del tiempo, que pareció alinearse con el Gobierno en contra de los manifestantes. Pero eso sólo significa que si el tiempo hubiera acompañado, la lección de democracia dada a nuestros gobernantes y representantes, habría sido mucho mayor, y, por tanto, imposible de seguir ignorádola.
Para los andaluces, por desgracia, el 28 de febrero no puede ser un día de fiesta. Allá la Junta de Andalucía, ausente e ignorante voluntaria de las carencias del pueblo andaluz, se dedique a premiar a sus incondicionales. El pueblo necesita algo más que eso y sólo podrá salir a celebrar su Día Nacional –que, por cierto, será el 4 de diciembre-, cuando, con un Gobierno que piense en su pueblo, empiece a cambiar estas realidades por otras justas. Cuando se favorezca a la mayoría en vez de a eléctricas, constructoras y bancos. Cuando se nos respete como personas y como colectivos y se ponga todo el esfuerzo de gobierno en mejorar nuestras condiciones de vida.
Hasta tanto eso siga sin darse, tendremos que mantener y manifestar nuestro desacuerdo, que seguirá aumentando en número de participantes, como se está viendo en las últimas manifestaciones.
Andalucía, 1 de marzo de 2018