Se presentan querellas por torturas contra Pascual Honrado de la Fuente
Pascual Honrado de la Fuente, inspector de policía, era de sobra conocido por los opositores al régimen franquista que sufrieron el paso por las comisarías en Asturies.
Ayer se presentaron las querellas de Gerardo Iglesias, el ex-dirigente del PCE, junto con las de Faustino Sánchez García y Vicente Gutiérrez Solís contra el policía de la Brigada Político Social Pascual Honrado de la Fuente, en los juzgados de Oviedo. Son la octava, novena y décima querellas presentadas de forma individual en el Estado Español contra torturadores franquistas.
Después de las denuncias de algunos de los que pasaron por sus manos en la querella presentada ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 1 de Buenos Aires, la jueza María Servini pidió al Gobierno español su extradición pa que sea juzgado por sus crímenes, petición que fue bloqueada en España con diferentes argumentaciones.
Gerardo Iglesias Argüelles, Vicente Gutiérrez Solís y Fausto Sánchez García presentan ahora tres querellas por torturas contra Pascual Honrado de la Fuente.
La Comuna d’Asturies (Ceaqua) informará hoy sobre el contenido de estas querellas en el Cibercentro Municipal de La Lila de Uviéu junto a los tres querellantes, el abogado Alberto Suárez Martínez, responsable de estas querellas, y José Babiano, coautor del libro Verdugos impunes, que sirve de prueba pericial de contexto para fundamentar las querellas que se están presentando en el Estado español contra los crímenes del franquismo.
La Comuna d’Asturies recogió en enero de 2014 que el infame Pascual Honrado trabajó para el siniestro comisario Claudio Ramos Tejedor, de la Brigada Político Social, autor intelectual de las torturas a los detenidos. Pero él, hombre inteligente, no se manchaba las manos, para eso tenía a sus “cachorros” bien dirigidos por uno de los agentes “más bestias” del Régimen, en palabras de Gerardo Iglesias que lo sufrió en su propia carne: Pascual Honrado de la Fuente. Nombres y motes de personajes ávidos de pegar palizas a aquellos que coquetearan con el antifranquismo había uno en cada pueblo. Y especialmente en Asturias, donde Franco se cebó en la represión, estaban algunos de los más crueles. Muchos de ellos ya venían de los años más duros de la década de los cuarenta, y siguieron torturando hasta su jubilación o impartiendo sus enseñanzas a los más jóvenes.
Gerardo Iglesias relató que en el caso de Pascual Honrado de la Fuente, “un día me dijo que cuando muriera Franco ellos no iban a perder nada porque eran funcionarios”. De hecho, según pudo investigar Asturias24, en 1977, según recoge el Boletín Oficial del Estado, fue ascendido a mando de la policía tras sacar la segunda mejor nota de su promoción. Previamente, en 1967 y en 1969, Pascual Honrado de la Fuente recibió sendas cruces del Mérito Policial. Y es que, como explica Iglesias “consideraban normal un empleo que consistía en torturar o en pegar un tiro en la nuca”
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