EQUO Andalucía exige el fin inmediato de las subvenciones a las escuelas taurinas
La formación denuncia que la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas ‘Pedro Romero’ recibe ayudas tanto de la Junta como de los ayuntamientos de los municipios en los que celebra novilladas para jóvenes.
EQUO Andalucía ha exigido este viernes que se acabe de manera inmediata con las subvenciones públicas a la tauromaquia y, en concreto, a los ciclos de novilladas que viene celebrando en distintos municipios de nuestra región la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas ‘Pedro Romero’ en el marco del programa de Fomento de la Fiesta de los Toros y de los jóvenes valores del toreo.
Dicha asociación, formada por más de una veintena de escuelas, “recibe subvenciones y el apoyo público de la Junta de Andalucía, que perpetúa así una actividad que hace espectáculo del sufrimiento animal”, según denuncia la coportavoz de EQUO Andalucía, Isabel Brito. Además del Gobierno andaluz, desde EQUO recuerdan que los ayuntamientos que acogen estas novilladas “también aportan dinero público para su celebración, mientras que la misma no revierte en actividad económica ninguna y no deja ningún tipo de ganancia para la ciudadanía”.
La propia asociación ‘Pedro Romero’ recoge en su página web oficial que la Junta de Andalucía “ha estado apoyando sin fisura el proyecto de Fomento de la fiesta de los toros y de los jóvenes valores del toreo”; algo “difícilmente comprensible” para la formación ecologista, que no entiende que “mientras vemos cómo se recorta en prácticamente todos los ámbitos y desde el Gobierno andaluz se nos venden como irrenunciables estos ajustes de presupuesto, una actividad como la tauromaquia sigue recibiendo ayudas con cargo a los fondos públicos”.
La iniciativa se ha beneficiado igualmente en estos años de fondos de las Diputaciones provinciales, mediante la entrega de material, por ejemplo; e incluso de alguna universidad andaluza, que ha contratado a impulsores y participantes para que impartiesen cursos.
Según los datos que ofrece la asociación, en casi 20 años de funcionamiento de este programa apenas han podido dar 2.706 jornales a subalternos, se han comprado 3.098 reses para ser lidiadas y 2.852 alumnos han participado en el mismo. Por comparar, en las universidades andaluzas –que soportan una importante deuda por parte de la Junta de Andalucía- se han matriculado sólo en este curso académico un total de 207.027 alumnos.
“Las Administraciones públicas no deberían destinar ni un euro más a este programa”, ha insistido Brito, que ha recordado que distintos colectivos, entre los que se encuentran el propio EQUO o AVATMA, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal, vienen demandando a los ayuntamientos que no inviertan fondos en una actividad que “tal y como está demostrado, no repercute en ningún beneficio económico para las ciudades en las que se celebra, que tienen además necesidades más acuciantes”.
Esta novilladas para jóvenes se vienen celebrando –o están previstas- en localidades como Santa Olalla del Cala, Utrera, Roquetas de Mar, La Línea, Algeciras, Zufre, Villaluenga del Rosario, Los Barrios, Pozoblanco, Baeza o Almedinilla, entre otros muchos, a cuyos gobiernos locales también hacen un llamamiento desde EQUO Andalucía, instándolos a “evitar seguir favoreciendo su celebración financiándolas con dinero que estaría mucho mejor empleado en otras iniciativas”.
Cabe recordar que este tipo de actividades están contempladas como excepción en la propia Ley de protección de los animales de Andalucía, aprobada en 2003 al objeto de acabar con los malos tratos, la falta de atención o las torturas a los animales. La propia norma sin embargo excluye “las pruebas funcionales y entrenamientos a puerta cerrada con reses de lidia, los espectáculos y festejos debidamente autorizados con este tipo de animales, y las clases prácticas con reses celebradas por escuelas taurinas autorizadas”, a las que además se viene sosteniendo en buena medida con fondos públicos, lo que se rechaza rotundamente desde EQUO Andalucía.