Redacción •  Actualidad •  01/08/2017

Equo Asturias reclama más responsabilidad con el plan SAPLA

Recortar presupuestos, dejar arenales sin vigilancia y control, o destinar fondos que deberían ir a este menester a otros experimentos publicitarios son la norma que se sucede año tras año en cuanto a las actuaciones relativas al Plan SAPLA (Plan de Salvamento en Playas).

Equo Asturias reclama más responsabilidad con el plan SAPLA

Echar balones fuera. Esa es la política del Principado de Asturias y de algunos concejos en materia de seguridad en las playas asturianas, pues todavía nadie ha asumido la responsabilidad por las muertes que se han producido.

Pedimos encarecidamente a los responsables municipales de algunos concejos costeros y al Principado de Asturias, que asuman sus responsabilidades y salgan a explicar por qué se repiten año tras año los mismos lamentables sucesos, mientras se siguen sin tomar las medidas adecuadas. Porque nadie hasta la fecha lo ha hecho, y sería conveniente que explicasen cuanto creen que vale la vida de una persona.

Tenemos frescos los ejemplos de Barayo en Valdés (compartida con Navia) y de Buelna en Llanes. Muertes que se podrían haber evitado contando con vigilancia en dichos arenales. Si hablamos de datos, cogiendo estos dos concejos como referencia es cuando podemos ilustrar lo que ocurre.

Mientras en Llanes se cubren 14 playas con 52 efectivos -incluyendo socorristas, patrones de embarcación y coordinadores- del 1 de julio al 10 de septiembre, en Valdés se cubren 4 y cuentan con 19 efectivos durante el mismo período.

Se han dedicado al Plan SAPLA, un montante de 217633 y 67760 € en Llanes y Valdés respectivamente. En ambos casos el Principado aporta el 18,9%, cuando en los inicios del Plan su aportación ascendía al 85%.

En el caso de Llanes es especialmente sangrante que se dediquen 31000 € a pagar un servicio de autobuses a ALSA que apenas cuenta con viajeros, que ha dado un nulo resultado, y que además se publiciten playas como Guadamia o Gulpiyuri, que no cuentan con servicio de socorrismo. En Valdés se suceden las quejas a la calidad del servicio y a la falta de vigilancia en numerosos arenales. En ambos concejos la misma respuesta: la culpa es de la empresa concesionaria.

No entendemos que dada la magnitud y la incidencia que tiene en la vida de las personas usuarias de las playas este servicio, su dotación presupuestaria sea tan insuficiente, y la asunción de responsabilidades tan pobre o nula. La seguridad de los bañistas debe ser lo primero, y ahí no vale eludir competencias o pasar la patata caliente a otros.

Por todo ello instamos tanto al Principado, como a algunos Ayuntamientos, a destinar los medios y fondos suficientes para el mantenimiento de la seguridad en las playas asturianas con carácter inmediato, y a depurar responsabilidades con firmeza y sin cortapisas.

La playa no puede ser un lugar en el que lamentar muertes. Y menos cuando estas se pueden evitar simplemente dedicando a la seguridad de las personas las partidas presupuestarias correspondientes, así como coordinando esfuerzos de forma correcta.


EQUO Asturias /