La extrema derecha alenta disturbios en varias ciudades contra las medidas de contención del coronavirus

Grupos de jóvenes negacionistas y ultras de extrema derecha se han echado a las calles en varias ciudades y han extendido altercados para protestar contra las medidas de restricción de movilidad destinadas a contener la propagación del coronavirus.

Tras los graves disturbios registrados en Burgos y en Barcelona el viernes, Madrid registró los peores incidentes de la noche del sábado. Jaleados en las redes sociales y en foros de internet por grupos de extrema derecha y conspiracionistas que niegan la existencia de un virus que ya se ha cobrado más de un millón doscientosmil muertos, cientos de personas se congregaron en Sol para protestar contra las medidas de contención del virus y denunciar una supuesta conspiración internacional ambigua. Tras la disolución de la movilización en la Puerta del Sol, los grupos ultras se dirigieron a Gran Vía, donde incendiaron contenedores y crearon barricadas en su enfrentamiento con la policía.

El gobierno se ha aprestado a denunciar la actuación de los grupos ultra. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha tachado el comportamiento como «violento e irracional». Así mismo ha señalado que se trata de grupos minoritarios y que no habrá tolerancia con su comportamiento. Los líderes de los demás grupos políticos han expresado condenas similares.

Incluso Vox, que en los primeros momentos animó y defendió estos altercados, pensando que le serían de utilidad, ha condenado los enfrentamientos con la policía. En su habitual tono delirante, a pesar de ser movilizaciones de claro sesgo ultraderechista, Santiago Abascal no ha tenido reparos en acusar a cualquier colectivo contrario a su signo de ser los responsables de los disturbios. Desde MENAS, a los que acusan en todas sus redes de ser los responsables del saqueo en un centro comercial en Barcelona durante la oleada de destrozos realizada por grupos ultra el viernes, hasta «la extrema izquierda», porque sí.

Coordinación de la extrema derecha en Europa

Llama la atención el nivel de coordinación de grupos de extrema derecha en toda Europa ante las primeras medidas adoptadas por los gobiernos contra la segunda ola de contagios de COVID-19. En Roma, grupos negacionistas y de extrema derecha se enfrentaron a la policía en la plaza Campo de’ Fiori y en el barrio de San Lorenzo, en movilizaciones calcadas a las de Madrid y Barcelona. En Alemania, donde la canciller Angela Merkel ha anunciado un confinamiento total durante al menos un mes, los grupos ultra han llegado a atacar el Instituto Robert Koch, centro gubernamental que contabiliza y dirige los esfuerzos contra la pandemia.

Da la impresión de que, una vez más, las fuerzas ultraderechistas europeas imitan con algunos meses de retraso las estrategias y sucesos protagonizados por sus semejantes estadounidenses. Alentados por la propia administración Trump y su negacionismo ambiguo, grupos de extrema derecha boicotearon sistemáticamente cualquier intento por establecer medidas de contención de la enfermedad durante la primera ola de contagios.

Los datos de la enfermedad

Mientras los conspiracionistas, negacionistas, grupos de extrema derecha neonazis y grupos de extrema derecha ancap se agrupan, la enfermedad continúa avanzando de manera dramática en todo el mundo. Tal como plantearon algunas previsiones durante la primera ola de la enfermedad, este segundo envite parece ser mucho más brusco, batiendo records de contagios en numerosos países. Francia, Alemania, Italia o Reino Unido no han esperado a más signos, estableciendo duras medidas de restricción de movilidad de manera inmediata.

En España, también se baten records. Las últimas cifras, del viernes 30 de octubre, aputanban a 25.595 casos nuevos regristrados, cerca del triple de la cifra del 26 de marzo, fecha con más nuevos casos registrados de la primera ola.

A nivel mundial, la enfermedad se extiende de forma exponencial, con 46 millones de casos registrados.