Bimbo amenaza con el despido a sus trabajadores si no aceptan una jornada laboral de 60 horas semanales, además de otros recortes laborales
La popular empresa productora de pan de molde amenaza a sus 33 repartidores en Cantabria: o empeoran sus condiciones o se quedan sin empleo.
CC.OO. asegura que la empresa "no quiere repartidores, quiere esclavos".
Comisiones Obreras de Cantabria ha denunciado ante la Inspección de Trabajo las «actitudes intimidatorias y de presión» de la empresa Bimbo contra los representantes sindicales que no quieren firmar el nuevo Acuerdo de Interés Profesional (AIP), al tiempo que asegura que, de este modo, con la suscripción de este documento, la dirección «amenaza» a los repartidores, unos 800 en todo el país y 33 en la región, con «empeorarles sus condiciones laborales o quedarse sin empleo».
En un comunicado, CCOO asegura que la sociedad está «condicionando» el futuro de estos empleados en el conjunto de España a la firma de un acuerdo «nocivo» antes del próximo lunes, 8 de enero.
«Perder su empleo o sus condiciones laborales. Esta es la disyuntiva que le plantea Bimbo a sus repartidores», asevera el sindicato, que recuerda que los afectados son antiguos empleados que Bimbo convirtió en autónomos económicamente dependientes (TRADE) y de los que «ahora quiere prescindir» si no suscriben un API que la dirección acaba de firmar con UGT Donuts y ATA, representación sindical de la antigua Panrico, compañía que compró en 2016.
Pero el acuerdo, que «no ha tenido en cuenta» a los sindicatos de Bimbo, supone, según CCOO, un «recorte de salarios», al tiempo que «pone en riesgo» la «salud laboral» de los afectados y amplía la jornada laboral a 60 horas semanales; algo que sería «razonable» según la empresa.
En Cantabria, además, Francisco Flores Galavis, secretario general de la sección sindical Bimbo a nivel estatal, denunció el pasado 29 de diciembre a la empresa ante la Inspección de Trabajo.
«La empresa incurre en prácticas antisindicales vulneradoras del derecho fundamental de libertad sindical» y «está protagonizando actitudes intimidatorias y de presión contra las representaciones sindicales de CCOO y UGT en Bimbo, con la finalidad de que firmen el nuevo AIP». En caso contrario, prosigue el sindicato, si no se produce la firma ni la adhesión el día 8 de enero, la empresa «amenaza» con que «no nos dejarán trabajar».
Por eso, la Federación de Industria de Comisiones Obreras pide se incoe un expediente sancionador por «infracción muy grave» contra Bimbo. Recuerda que el AIP que acordó la dirección con representantes sindicales de la antigua Panrico no fue suscrito por CCOO ni por UGT Bimbo porque «precariza las condiciones laborales y vulnera los derechos».
«Bimbo no quiere repartidores, quiere esclavos», ha denunciado Francisco Flores, que considera que lo que está pasando ahora es «la conclusión» de un proceso que inició en 2011, «cuando la empresa cambió mediante un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) su red comercial, obligó a los trabajadores y trabajadoras a suscribir un contrato mercantil, y utilizó la figura de TRADE para legalizar la situación».
Tweet del grupo Bimbo el pasado 3 de diciembre, donde se autodefinía como una «empresa plenamente humana», entre otros calificativos;
*Con información de Agencias.