Organizaciones sociales denuncian las condiciones de represión que se viven en la cárcel de Archidona tras la muerte del Bouderbala Mohamed
Las instalaciones de la cárcel de Archidona comenzaron a ser utilizadas como un CIE (Centro de Internamiento para Extranjeros) a partir del mes de noviembre, cuando más de 500 inmigrantes fueron encerrados, de forma completamente ilegal. Desde entonces se han producido varias protestas de los internos contra las condiciones de encierro y represión, que han sido respondidas con más represión por parte de la policía antidisturbios.
El pasado sábado 30 de diciembre se llevaron a cabo concentraciones ante las puertas de varios CIEs en el Estado español para volver a denunciar la represión y las condiciones a las que son sometidas miles de personas que huyen de sus países buscando refugio y una mejor vida y tras la muerte de un inmigrante en su celda, ahorcado con sábanas. Más de 500 inmigrantes argelinos fueron encarcelados en Archidona tras una llegada masiva en noviembre de 2017. En los videos difundidos en internet y por la televisión argelina se ve que varias personas son golpeadas por la policía cuando se encuentran en el suelo. Periodistas argelinos aseguran que el inmigrante supuestamente encontrado ahorcado en su celda el pasado 29 de diciembre, en realidad es quien yace en el piso, recibiendo patadas. Familiares, amigos y activistas de la Plataforma Ciudadana contra el CIE de Archidona también cuestionan esta versión, a la vez que exigen una investigación independiente.
Comunicado
Denunciamos la muerte en condiciones violentas de uno de nuestros hermanos argelinos en la cárcel-CIE de Archidona, Málaga. El hermano, Allah y Rahmou, formaba parte de las más de 500 de personas (en su mayoría argelinas) que fueron internadas en Archidona, aplicándoles la Ley de Extranjería. Muchos de ellos ya han sido deportados. Los que aún están en Archidona son sometidos a violencias y vejaciones constantes.
Esta muerte se produce como consecuencia directa del racismo de Estado que se materializa en el control, la expulsión y, en última instancia, la eliminación de las personas migrantes y racializadas. El racismo de Estado pone en marcha dispositivos coloniales de control y eliminación de las personas consideradas por debajo de lo humano, deshumanizadas, pone a nuestros hermanos en el peligro de una muerte prematura.
La violencia racista institucional para estas personas ha sido constante desde el momento en que llegaron a territorio europeo. Una vez recluidos en la cárcel-CIE de Archidona, nuestros hermanos han resistido a su encierro y a su deportación y han denunciado su situación con las herramientas de que disponían. Estas muestras de dignidad han sido respondidas con más violencia, más vejaciones y más deshumanización. De hecho, la noche anterior a la muerte de nuestro hermano se produjeron palizas, y muestras extremas de violencia por parte de las fuerzas de seguridad en el CIE de Archidona, como atestiguan los videos del interior de la cárcel que circulan por las redes, y sabemos que no era la primera vez.
El Estado legitima sus prácticas políticas, jurídicas y policiales en contra de la población migrante y encubre una violencia racista, deshumanizadora. Los inmigrantes, personas racializadas, en este caso “moros”, son criminalizados y construidos como invasores. El delegado de Gobierno en Murcia, Francisco Bernabé, dijo que su llegada constituía “un ataque coordinado contra nuestras fronteras y, por tanto, contra las fronteras de la Unión Europea”. El poder blanco español pone en marcha lógicas y maquinarias de guerra contra los migrantes africanos. En nuestra memoria migrante/racializada hoy están presentes Osamuyi Aikpitanyi de Nigeria (2007), varón nigeriano de 47 años (2008), Jonathan Sizalima de Ecuador (2009), Mohamed Abagui de Marruecos (2010), Samba Martine de Congo (2011), Idrissa Diallo de Guinea-Conakry (2012) y Aramis (Alik) Malukyan de Armenia (2013) asesinados por Europa en el CIE de Zona Franca en Barcelona y el de Aluche en Madrid. Así como están presentes los moros, gitanos, negros y sudacas acorralados en las calles, las comisarías y las cárceles del Estado español por su racismo institucional.
Manteniendo su memoria viva y sabiéndonos con el deber de denunciar que las vidas racializadas importan, que hay hermanos aún en Archidona, en Zona Franca, en Aluche, en el CETI de Melilla, en el de Ceuta.
Tenemos que avisar, una vez más, que no ayudan a nuestros hermanos posicionamientos tibios de regulación del dispositivo, de “humanización” de lo inhumano. El enfoque legalista que denuncia que las condiciones en la cárcel no son las del CIE, como si en este fueran mejores, no hace más que legitimar la violencia racista y colonial del Estado. Tampoco ayudan posiciones políticas que no apuntan a la raíz del problema: el racismo de estado y su genealogía colonial. No se trata de un problema de “pobres”. Las personas recluidas en los CIE no son sencillamente “personas pobres”. Son personas que provienen de las ex colonias, personas racializadas cuya condición es violentada de forma radical por las instituciones racistas garantes de la supremacía blanca y los hipócritas discursos civilizatorios de la Europa moderna y su maquinaria aniquiladora de la vida, nuestras vidas.
Exigimos el cierre de todos los CIEs, la derogación de la Ley de Extranjería y la dimisión del ministro del interior, Juan Ignacio Zoido, como primer responsable de la muerte de nuestro hermano, así como del secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, y el director de la policía, Germán López Iglesias. No nos podemos permitir que las muertes de las personas racializadas sigan sin importar, sigan sin contar.
Firmantes
MMA (Movimiento Moro Antirracista); 1492 por un Antirracismo político; Kale Amenge (Gitanos por los nuestros); Kwanzaa (Asociación Afrodescendiente universitaria); Espacio Afroconciencia; T.I.C.T.A.C. (Taller de Intervenciones Críticas Transfeministas Antirracistas Combativas); Migrantxs Transgresorxs; Comité de Estudiantes Racializadas; EsRacismo; 12-N; Movimiento Migrante Antipatriarcal; Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes Barcelona; Somos Migrantes; Movimiento A3.