Chile también dice no a la minería de tierras raras
La ciudad de Penco rechaza de manera aplastante en una consulta ciudadana organizada por la autoridad municipal el proyecto de la empresa Aclara -anteriormente denominada Biolantánidos- para una explotación mineral que esta pretende instalar a escasos dos kilómetros del centro de la capital.
Con un alto nivel de compromiso, la población manifestó el pasado 27 de febrero su repulsa a la minería de tierras raras con un 99,02% a favor del rechazo al plan de la extractiva y tan solo un 0,9% a favor, dato e informe que ahora será usado en el proceso de evaluación ambiental del proyecto.
Según informa la prensa local la consulta se caracterizó por su alta participación a pesar de haberse realizado «sin publicidad ni promoción, campañas, ni debates y en medio del momento más alto de contagios por la pandemia» que en este momento vive la región de Biobío y Chile como pais.
El proyecto minero de Aclara, rechazado desde hace años desde todos los estamentos sociales a nivel local y regional, pretende explotar unas 600 hectáreas en las colinas circundantes de la ciudad chilena de Penco procesando hasta 240 toneladas por hora de mineral con el objetivo de producir 1.700 toneladas anuales de óxidos de tierras raras.
El Gobernador de la región Biobío, Rodrigo Díaz Wörner manifestó al respecto de la consulta que no se puede ir en contra de la población para imponer un proyecto «pasando por encima de los habitantes de Penco».
En febrero, los miembros del Ejecutivo regional, por 22 votos a favor y una abstención habían manifestado previamente su rechazo al proyecto extractivo por ser contraria a la actual Estrategia de Desarrollo Regional, por lo que se espera que finalmente el proyecto sea rechazado por las autoridades chilenas y el Gobierno de la nación presidido por Gabriel Boric.
RECHAZO MUNDIAL A LA MINERÍA DE TIERRAS RARAS POR SU IMPACTO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y LA SALUD
En 2021 la región danesa de Groenlandia y su Gobierno autónomo también cerraron la puerta a la minería de tierras raras en defensa de del medio ambiente y la salud de sus habitantes, hundiendo así el plan de negocio de Greenland Minerals Ltd., radicada en Australia pero participada por la empresa china Shenghe Resources como principal accionista y socio estratégico.
En el caso danés la reacción social también fue clave para rechazar el proyecto minero, que pretendía explotar tierras raras y otros minerales radioactivos como el torio y el uranio en la que se promocionó por parte de la empresa como una de las mayores reservas existentes con el objetivo de acelerar los permisos.
La actuación responsable del Ejecutivo groenlandés, capitaneado por el partido Inuit Ataqatigiit (IA) propició el desarrollo y aprobación de una legislación específica que a día de hoy prohíbe la exploración y explotación de yacimientos con una concentración de uranio superior a las 100 partes por millón (ppm), lo que imposibilita de facto el desarrollo del proyecto de Greenland Minerals pues habitualmente los yacimientos de tierras raras van asociados a minerales radioactivos como el torio y el uranio.
NEGATIVA SOCIAL Y ADMINISTRATIVA A LA EXPLOTACIÓN DE LOS YACIMIENTOS DE ESCASA RENTABILIDAD DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
A una escala no comparable debido a la escasa rentabilidad -en comparación- de los yacimientos de tierras raras existentes en la península ibérica, los casos de Chile y Groenlandia recuerdan a nivel español al rotundo fracaso de la mercantil Quantum Minería y el proyecto de su director técnico, Enrique Burkhalter Thiebaut, para explotar tierras raras en el Campo de Montiel (Ciudad Real), que a finales de 2017 fue cancelado por el Gobierno autonómico de Castilla-La Mancha por su notoria inviabilidad técnica y ambiental.
En una sentencia dada a conocer a principios de 2021 que sentó un precedente a nivel de protección medioambiental en España, el Tribunal Superior de Castilla-La Mancha (TSCLM) concluyó que la negativa del Gobierno autonómico a aprobar la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto estuvo «debidamente motivada» concluyendo que tanto los informes técnicos de la Administración como la propia resolución de la Junta contaban con «un amplio contenido técnico, científico y jurídico.
En contraste, el Alto Tribunal recordó que los informes aportados por Quantum Minería presentaban un carácter «claramente voluntarista» y que la documentación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentada por la empresa minusvaloraba «los efectos reales sobre el terreno» y estaba sustentada «nada más en que por criterios no objetivos» con el único propósito de sacar adelante el plan extractivo considerando además el agua «como un mero servicio» y no «como un vector integrante y esencial del medio ambiente».
Para la Plataforma Sí a la Tierra Viva, asociación que fue la verdadera punta de lanza contra el proyecto de Quantum, la victoria frente al proyecto de tierras raras de Quantum fue «un triunfo de la sociedad civil, de la dignidad colectiva, pero sobre todo un triunfo de la razón y del sentido común» frente al negocio extractivista, lo que le valió una mención en los Premios de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha en 2018 por su compromiso con la defensa del interés social, la salud pública y el medio natural y la biodiversidad del Campo de Montiel.