Desde el parque de las Madres, en Laviada-Xixón, envían un abrazo a las Madres de la plaza de mayo de Argentina
Ayer en el Congreso de Argentina, varias diputadas y diputados expresaban el rechazo a la intervención ordenada por Milei a la Universidad de las Madres.
Se señalaba que la rectora actual, Cristina Caamaño, había sido elegida democráticamente, y que el gobierno ha decretado poner a otro rector, violando la autonomía universitaria, garantizada por la Constitución Nacional y la Ley de Educación Superior.
Una diputada decía: «Esta intervención ilegal y violenta es otra agresión al sistema educativo y está relacionada con el desfinanciamiento educativo promovido por Milei y la reivindicación de genocidas”.
Y exigieron al Poder Ejecutivo que anule la resolución, considerándola un ataque directo a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia sobre las que se fundamentó la universidad.
La provocación fue el 25 de julio, pocas horas antes de que las Madres iniciaran su tradicional Marcha de los jueves.
Por cierto, la de mañana jueves en la plaza de mayo será ya la número 2.416. Durante 47 años.
La Universidad de las Madres no se creó en septiembre del año pasado, cuando se promulgó la ley que la rige, sino el 6 de abril de 2000, cuando las Madres crearon su Universidad Popular, que en noviembre de 2014 se convirtió en Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo, hasta 2023, cuando se transformó en su forma actual: la UNMa.
El gobierno se niega a girar los fondos que le corresponden para su normal funcionamiento desde el 1 de enero, por lo que su plantel docente y el cuerpo de trabajadores no docentes no perciben su salario desde entonces.
Para revertir esta situación, la Universidad, a la vez que movilizó a su comunidad repetidas veces, recurrió a la Justicia. Decir “la Justicia” es una manera de decir. El lunes 15 de julio, el juez de Feria decidió habilitarla ante la urgencia de la situación y la gravedad institucional que supone todo esto, para resolver sobre un recurso en el que se reclaman los fondos.
¿Qué hizo el gobierno ante la inminencia de un fallo que podría serle adverso? Recusó al juez. No le daba ninguna garantía.
Fue el primer movimiento de otro siguiente: la intervención. Ni siquiera así el Gobierno podrá detener el proyecto de las Madres de Plaza de Mayo.
Desde el jueves 25, cuando se conoció el decreto, se sucedieron múltiples muestras de solidaridad que auguran un futuro de dura resistencia para su Universidad, pero con grandes posibilidades de triunfo.
Este gobierno va a pasar, y la Universidad de las Madres, producto de sus 47 años de lucha, seguirá. Qué duda cabe.
Los lemas que las Madres hicieron universales, mantienen su plena vigencia.
Aparición con Vida.
La Falta de trabajo es un crimen.
Cárcel a los genocidas.
Nuestros Hijos Viven.
Nunca Más.
Ni Perdón Ni Olvido.
La lucha de los pueblos del mundo es nuestra propia lucha.
Contra la deuda externa
Contra el hambre, que es un crimen.
Contra la maldita impunidad
Redistribución de la riqueza.
La Uni es de las Madres, y no de los cobardes.
Madres de la plaza Asturias las abraza.
Edgar Morisoli – «Ochocientos jueves»
Girasol, giracielo, girahonor de la plaza.
Un retrato ya mudo, un lugar en la mesa,
Un lugar en el alma. Giraluz, girafuego,
Giragrito en la tarde, girangustia en el viento.
Soledad, soledades, no se absuelve la lágrima,
No se indulta la pena. Giraflor, girasueños,
giralumbre porfiada que ilumina el camino,
giramíes, girapájaro, giramor, giranube,
girafán que ha triunfado sobre miedo y olvido,
girasur contra el norte que bendijo a la muerte.
La dignidad de un pueblo resiste en esa ronda de los pañuelos blancos.