Ecologistas asturianos valoran como insuficiente las medidas propuestas para el parque de carbones de Aboño
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies presenta alegaciones al proyecto de tratamiento de aguas de escorrentía de Aboño establecido por el Ayuntamiento de Carreño.
El parque de carbones de Aboño es una instalación industrial situada en el concejo de Carreño. Construida en 1977 para contar con depósitos destinados a la central térmica con el mismo nombre, se sitúa sobre una superficie de 73.000 m2 en los que la empresa almacena sin ninguna protección minerales para su actividad industrial con los correspondientes impactos asociados de vertidos al aire, al suelo y al agua.
Ahora, acompañando a los planes nacionales del carbón, el Ayuntamiento de Carreño ha establecido un proyecto destinado a reducir el impacto ambiental de las instalaciones más contaminantes del país.
“Nos alegramos que después de 41 años funcionando por fin se ponga en marcha una instalación que llevamos décadas demandando”, declaran en su comunicado desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies. Sin embargo, consideran que los planes son insuficientes.
El proyecto sometido ahora a tramitación pretende retener los vertidos directos de las aguas de escorrentía que se producen en la actualidad, lo que resulta un pequeño paso en reducir el fuerte impacto del parque de carbones. “Pero creemos que claramente insuficiente”, apuntan desde la Coordinadora.
La propuesta tramitada son unos cubetos de retención para un aguacero de 20 minutos y para un periodo de retorno de 25 años. “Creemos que la solución prevista es claramente insuficiente, al precisarse que los cubetos se diseñen de manera que su capacidad garantice la recogida del caudal previsto durante un periodo de 8 horas de lluvias, nunca menos en vista de la elevada pluviosidad, del aumento de precipitaciones torrenciales cada vez con más duración y frecuencia que se vienen produciendo en la zona”, exponen.
“Vemos muy difícil al ser uno solo el cubeto por contaminante la extracción de los sólidos que decanten, por lo que entendemos que es necesario doble cubeto por contaminante que estén en serie, para garantizar que mientras uno se limpia el otro está operativo”.
“Con fuerte impacto tanto para los depósitos de hierro como los de carbón que llevamos años denunciando tanto por las emisiones de materia sedimentable, como por los vertidos de aguas contaminadas a la ría de Aboño con el consiguiente impacto en una ría que ya tiene importantes problemas de contaminación por los vertidos de aguas arriba de los polígonos, del complejo de Arcelor y los de la térmica”, exponen.
Estos vertidos que sufre la ría tienen un notable impacto en las aguas de la bahía de Gijón arrastrando numerosos metales pesados y contaminantes. “Hay que recordar que en el río y la ría de Aboño son preocupantes los elevados niveles de algunos contaminantes altamente tóxicos y su posible efecto sobre los ecosistemas marinos colindantes que se vienen presentando de forma continua, situación que se agrave con estos vertidos incontrolados”, señalan desde la Coordinadora.
La lista de elementos altamente contaminantes vertidos a la ría es interminable. Acenafteno, Acenaftileno, Cobre, Amoníaco no ionizado Amonio, Antraceno, Cadmio, Cianuros, Coliformes, Fluoranteno, Fluoreno, Selenio, Zinc, Plomo, Hidrocarburos, Nitritos, Pireno, etc. Son algunos de los elementos contaminantes cuyos niveles están por encima de las normativas en las mediciones de la ría de Aboño.
Los niveles de Amoníaco no ionizado, Amonio total, Nitritos y Zinc superan los niveles aptos para la vida piscícola.
“Esperemos que se mejore este proyecto, se empiece ya a trabajar en el que genera más impacto que son las nubes de polvo que genera cada vez que aire, por lo que se precisa trabajar en capotar las instalaciones y dotarlas de cierres laterales sin demora”, concluye la Coordinadora en su comunicado.