Manifestación contra el cierre del centro de salud de Abrantes y en defensa de la sanidad pública en Carabanchel

Ante la difusión de los “planes de contingencia” con los que trabaja la administración madrileña que incluyen el cierre de la gran mayoría de los centros de salud de la Comunidad de Madrid crece la indignación. Por lo pronto, a lo largo de la última semana, se han organizado diversas y nutridas protestas ante diferentes ambulatorios más otra el sábado pasado frente al edificio de la Puerta de Sol, sede del gobierno regional.

Dos manifestaciones en concreto han tenido un gran apoyo de los vecinos y las vecinas: las de Villaverde y de Orcasitas, esta última el pasado 27 de mayo. Ambas han tenido un gran apoyo a pesar de no haber tenido todo el eco mediático que nos hubiera gustado y que les correspondía.

Y es que las protestas están plenamente justificadas. Según los planes de la Dirección Asistencial Centro, una de las seis en las que se divide el área sanitaria de la Comunidad de Madrid y de la que dependen 49 centros de salud, la administración plantea una reestructuración por fases en la que el último escalón supone el cierre de 41 de esos centros.

Los ocho que quedarían abiertos concentrarían la atención de toda la población que abarcan, 1.293.973 personas de los distritos de Latina, Carabanchel, Usera, Villaverde, Chamberí, Barrio de Salamanca, Chamartín y Ciudad Lineal.

Siempre según estos planes, durante el periodo vacacional y ante la dificultad por falta de plantilla de garantizar un número mínimo de profesionales sanitarios en los centros, en el distrito de Carabanchel, se cerrarían todos los centros de atención primaria del barrio salvo tres -el de Fátima, el de General Ricardos y el de Aguacate- que se convertirían en “centros de referencia” para atender esencialmente por teléfono, al conjunto de la población. Baste recordar que el distrito de Carabanchel, con una población de más de 260.000 habitantes es el más poblado de la capital. Los plantes de la administración tampoco concretan durante cuanto tiempo se aplicarían estas medidas de “contingencia”.

Y en el barrio Abrantes, distrito de carabanchel, sabemos lo que significan estos ‘planes’. El pasado septiembre en la puerta del Centro de Salud (CS) Abrantes apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. Y desde entonces, salvo un breve parón durante la Navidad cada jueves cientos de vecinos y vecinas de este barrio de Carabanchel nos hemos movilizado ante nuestro centro de atención primaria para exigir que este no se cerrara y en defensa de una sanidad pública. Y aunque ha recuperado algunos facultativos y facultativas -su número varía cada día-, el CS Abrantes está en una situación muy difícil. De los 16 médic@s que tenía en febrero de 2020, al inicio de la pandemia, este centro de salud que atiende un área con una población de cerca de 30.000 personas se ha quedado con menos de una quinta parte de sus profesionales médic@s.

Nosotros y nosotras seguiremos con nuestra manifestación semanal reclamando el aumento de la plantilla sanitaria, las mejoras para los y las trabajadoras sanitarias y la atención justa que merecen los pacientes del centro de Salud de Abrantes y de todo Carabanchel. Nuestra protesta también sirve como manifestación de apoyo a todas las que se están organizando en la Comunidad de Madrid para denunciar los cierres de los centros de salud. Ante todo, solidaridad entre los barrios del sur, entre los barrios populares, entre los barrios de la clase trabajadora.

Por ello, y por mucho más, reclamamos que se aumente el personal sanitario y la inversión en la atención primaria, pilar fundamental en la prevención de enfermedades y en nuestra sanidad pública.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!