Las ciudades españolas suspenden a la hora de promover una movilidad compartida no contaminante
- Madrid saca un mal resultado frente a otras ciudades europeas en una nueva clasificación de 42 ciudades, en relación a sus esfuerzos por introducir el transporte compartido y de cero emisiones.
- La capital ocupa el puesto 22 en mientras Copenhague se sitúa en la primera posición, París queda tercera, Lisboa décima y Milán séptima. Roma ocupa el puesto 28 y Londres el 24.
- El transporte compartido aparece como solución fácil y barata para reducir las emisiones.
La nueva clasificación «Gracias por compartir» de Clean Cities, campaña de la que forma parte Ecologistas en Acción, analiza la situación de las ciudades en relación con la movilidad compartida y eléctrica: bicicletas compartidas, bicicletas eléctricas y VMP; coche compartido eléctrico; autobuses de cero emisiones; e infraestructura de recarga.
Los resultados sugieren que el objetivo de reducir las emisiones del transporte en las ciudades se puede apoyar significativamente al facilitar que la población abandone la propiedad privada de los coches. Los servicios de transporte compartido y eléctrico son mucho más simples, baratos y rápidos de implementar que implementar grandes proyectos de infraestructuras (como la construcción de un servicio ferroviario subterráneo, metro o tranvía).
El informe señala que las ciudades españolas están progresando en la habilitación de servicios de micromovilidad compartidos, pero muy lentamente. Madrid tiene más de 4.000 bicicletas eléctricas compartidas en sus calles, aunque en los últimos meses ha habido grandes problemas con el servicio público de bicicletas, BiciMad. Una de las ciudades líderes de la tabla, París, tiene más de 18.000.
En general, Madrid tiene 3,1 bicicletas o VMP compartidos por cada 1.000 habitantes (puesto 32 de 42); Granada tiene 2,2; Barcelona lo está haciendo algo mejor con 5,7 por cada 1.000 habitantes.
Asimismo, el informe apunta que las ciudades españolas se están quedando atrás en la puesta en marcha de servicios de automóviles eléctricos compartidos: Valencia tiene menos de 0,01 coches eléctricos compartidos por cada 1.000 habitantes, al igual que Barcelona. No hay ninguno en Bilbao o Granada, mientras que la ciudad que encabeza la tabla, Copenhague, tiene 1,76 coches eléctricos compartidos por cada 1.000 habitantes. Madrid lo hace mejor en esta puntuación, con 0,59 coches eléctricos compartidos por cada 1.000 habitantes.
Cuando se trata de electrificar las flotas de autobuses, Granada tiene menos del 3 % de la flota de autobuses electrificada. Esa cifra es del 8,59 % en Madrid, que ha progresado más lentamente en parte porque invirtió en una tecnología híbrida de GNC. Por su parte, en Oslo (Noruega), más del 66 % de la flota de la ciudad está electrificada.
Carmen Duce, coordinadora de Movilidad y Transporte de Ecologistas en Acción, ha señalado: “Además del largo camino que queda por recorrer para favorecer la movilidad compartida en las ciudades, resulta muy preocupante la actual situación en la que algunos responsables municipales están proponiendo una reducción de carriles bici y carriles exclusivos para el autobús. Las olas de calor extremo y los picos de contaminación, como el vivido la semana pasda en Madrid, exigen que se priorice la movilidad menos contaminante frente al uso del coche privado”.
Cristian Quílez, Project Manager del área de Políticas Públicas y Gobernanza Climática de ECODES, ha recordado: “La movilidad sostenible no solo nos permite mitigar el cambio climático, sino que también nos ofrece la posibilidad de reordenar el espacio urbano, promover cambios de hábitos y de mejorar la calidad del aire. Algo que impacta directamente en la salud de las personas”.