César Pérez Navarro •  Actualidad •  04/06/2018

No, Rajoy no termina su etapa en los niveles de paro de 2008

España es el segundo país de la UE con una mayor tasa de paro de larga duración, sólo por detrás de Grecia, que lidera la clasificación con una tasa del 15,7%, el doble que el porcentaje español (7,7%), según datos de Eurostat del ejercicio 2017 recogidos en un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE).España abandera en Europa la precarización del empleo.

De acuerdo con las cifras que ofrece el Instituto Sindical europeo, España es el tercer país con peor calidad del empleo en la UE, sólo por detrás de Grecia y Rumanía.

No, Rajoy no termina su etapa en los niveles de paro de 2008

Paro de larga duración, precariedad laboral, desigualdad de género y de clase, temporalidad, índice de pobreza, calidad del empleo, poder adquisitivo, contexto espacial respecto a la UE… Todas estas variables hay que barajarlas antes de analizar la progresión del empleo en España en la última década (2008-2018). Dejarse la mayor parte de ellas puede llevar a una lectura engañosa de cuáles son realmente las condiciones de trabajo y cuál la situación de desempeo en nuestro país. Si además de pasarse por alto todo lo anterior se manipulan cifras absolutas y porcentajes, el timo mediático está servido.

La tasa de paro de larga duración en España sigue siendo elevada y supera en más del doble a la media europea (3,5%), aunque el IEE observa un «notable descenso» desde el año 2013, cuando había en España 2,9 millones de parados de larga duración, el 12,9% de la población activa, cifras que bajaron en 2017 hasta 1,7 millones de desempleados, equivalentes al 7,7% de los activos.

Tras Grecia y España se sitúa Italia, con una tasa de paro de larga duración del 6,5%. Junto a ellos, otros seis países superan el promedio europeo: Eslovaquia (5%), Croacia, Portugal y Chipre (4,6%), Francia (4,2%) y Bélgica.

El resto se encuentran por debajo del promedio europeo del 3,5%. Los países que presentan menores tasas de paro de larga duración son República Checa (1%), Reino Unido (1,1%), Suecia (1,3%), Dinamarca (1,4%) y Polonia (1,5%).

Precariedad laboral en ascenso desde la puesta en marcha de las Reformas Laborales de 2010 (PSOE) y 2012 (PP)

En la Unión Europea el 2,3% de los trabajadores tuvo, de media, un trabajo precario en cuanto a temporalidad en 2017 según Eurostat. La oficina estadística europea entiende como tal los empleos con contratos menores de tres meses. España ha empeorado en este ránking desde el inicio de la crisis y se encuentra estancada en la tercera posición con un 4,7%. Solo Croacia y Francia acumulan más porcentaje de este tipo de empleo según los datos de 2017 de Eurostat.

Según CCOO, «Se firman muchos contratos de muy corta duración que apenas se traducen en empleo. En 2017 el 40% de los contratos de trabajo firmados eran de muy corta duración (días, semanas) pero solo el 1,2% del empleo asalariado correspondía a contratos con duración inferior al mes»;

Los datos ofrecidos por este sindicato empeoran los de Eurostat. La precariedad laboral y el paro afectan a la mitad de la población activa de este país, y las mujeres suponen 6 de cada 10 personas en paro (hay 2 millones de mujeres en paro) siendo menos de la mitad de la población con trabajo.

Ante este panorama, CCOO defiende cambios del modelo productivo y laboral para generar y consolidar empleo de calidad y con derechos, que ponga freno a la precariedad y la desigualdad. Apuesta por potenciar la negociación colectiva y la mejora sostenida de salarios y pensiones, y por una reforma fiscal progresiva que permita recuperar la inversión productiva y aumentar los niveles de protección social. El objetivo es sacar a la economía de su patrón tradicional de bajo valor añadido, aumentar la inversión pública y reorientarla hacia la mejora de la calidad y el contenido tecnológico de la producción.

En este contexto, los precios han subido en 2017 por encima del 3%, subida que se acumla con otras de años anteriores a la par que los salarios siguen estancados o en retroceso. Según el informe “Reforma Laboral y devaluación salarial en España», publicado por Syndex, Consultores Ibérica (Adjunto en PDF), en enero de 2018, el «salario medio por trabajador en 2016 era 2,5% inferior que el de 2008» y «los trabajadores con peores ingresos han pedido más del 20% de poder adquisitivo«. Dicho informe también advierte de que «la reforma laboral ha incidido en la devaluación salarial, en el modelo de precariedad» que rige el mercado y «los niveles de pobreza, exclusión social y desigualdad», que recogen otros informes: el 15% de los ocupados están en riesgo de pobreza, han recordado los expertos, antes de sentenciar que se trata de «un proceso muy difícil de revertir sin políticas públicas».

Las dos últimas reformas laborales han extendido el contrato temporal, el tiempo parcial involuntario y los contratos de muy corta duración. Ha hundido los salarios y los trabajadores han perdido siete puntos de poder de compra desde 2009. De 2008 a 2016 las rentas de los asalariados han caído en 26.900 millones de euros, mientras que el excedente empresarial ha crecido en 5.900 millones. El 32,75% de los asalariados tenían ingresos equivalentes o inferiores al Salario Mínimo Inteprofesional (SMI) en 2016, según la Agencia Tributaria, lo que supone un total de 4.380.000 trabajadores.

De acuerdo con las cifras que ofrece el Instituto Sindical europeo, España es el tercer país con peor calidad del empleo en la UE, sólo por detrás de Grecia y Rumanía. El Instituto Sindical europeo  precisa, igualmente, que el mercado laboral español encabeza el empeoramiento de otros dos importantes índices, como son el de la calidad de las condiciones de trabajo y las posibilidades de desarrollo profesional.

La tasa de desempleo era del 8,57% en 2007 según el INE. Al inicio de la crisis financiera y sistémica (2008) se elevó al 13,79%. Tras los últimos datos, se sitúa ahora en el 16,1%, pero con mayor temporalidad y altísima precariedad laboral.

Fuente: INE.

El porcentaje de parados es hoy del 15,9% según Eurostat y 16,1% en la EPA, y se sitúa aún algunos puntos por encima de 2008, a diferencia de lo que publican hoy la mayor parte de los medios de comunicación: «Rajoy se despide con una creación de empleo récord en mayo y el paro en el nivel de finales de 2008» (El País). Dice este diario junto con el resto de medios de gran difusión: «la cifra total se redujo hasta los 3,25 millones, la cifra más baja desde diciembre de 2008». El engaño está en ofrecer datos absolutos y no porcentajes, sin cotejarlos con la población total: en 2008, había 45.668.939 españoles y en 2017 hay 46.528.966, y no hablar del estancamiento de la población activa, motivado también por la emigración durante estos años.

El otro silencio al hablar del descenso del paro durante los años de crisis, y más en concreto, desde el pico mayor entre 2012 y 2013, es que esta evolución de descenso del paro es más o menos parecida en el contexto de la Unión Europea. Lo único que cambia entre unos y otros países europeos es el hecho de que la salida de la crisis se haya pagado a través de la precariedad laboral o no y si ha significado un incremento brutal de la deuda externa (como es el caso de España) o no.


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