PACMA, a por las becerradas de El Espinar

Segovia, 4 de julio de 2019.- El Partido Animalista se organiza para conseguir la prohibición de las becerradas de El Espinar, como ya hizo con el Toro de la Vega en 2016, después de años de lucha y de generación de una presión social sin precedentes.

Las becerradas de El Espinar son un esperpéntico festejo en el que los propios mozos del pueblo, «los quintos» y «las pandas», acuchillan hasta la muerte a pequeños becerros de apenas unos meses de vida, que no abultan más que un mastín y a los que ni siquiera les han crecido los cuernos. Entre música y alcohol, los vecinos de El Espinar celebran su mayoría de edad con un macabro ritual de sangre, tortura y muerte.

El Partido Animalista está trabajando para conseguir la prohibición legal de las becerradas y marca como primer objetivo las de El Espinar (Segovia), que ya documentó y denunció el verano pasado, y por las que el ayuntamiento fue sancionado.

PACMA lanza hoy una web colaborativa, en la que recogerá miles de firmas para presionar al Ayuntamiento de El Espinar, y a través de la cual los ciudadanos y ciudadanas también se podrán dirigir al consistorio por escrito para mostrar su rechazo por estos terribles festejos taurinos.

Además, se pide la colaboración ciudadana para documentar las becerradas de los otros cientos de municipios españoles en los que se celebran, para lo cual se facilita un listado de aquellos que organizaron becerradas en 2018.

En esta cuenta atrás hasta la celebración de las becerradas de El Espinar, el partido ha solicitado por escrito una reunión a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia y al Ayuntamiento de la localidad, con quienes espera reunirse en los próximos días para intentar impedir que se autoricen las becerradas de San Rafael y El Espinar, previstas para las próximas semanas.

«Cualquiera de los argumentos basados en el arte o la cultura, que habitualmente esgrimen los taurinos, quedan reducidos a la nada en este esperpéntico espectáculo. Personas borrachas se divierten torturando pequeños becerros, que apenas asoman los cuernos y que jadean asustados mientras una horda de personas les golpea y persigue antes de clavarle las banderillas y el estoque que les desangrará hasta la muerte. Semejante barbaridad no puede seguir siendo legal en España y persistiremos hasta convertirla en delito», sentencia Laura Duarte, portavoz de PACMA.