Ecologistas en Acción denuncia la aparición de decenas de rayas muertas en Sancti Petri
La hipótesis relativa a que puedan ser descartes de pesca se basa en que las rayas no tenían daños aparentes de ataque de ningún animal, y que cualquier otra causa haría que aparecieran en más ocasiones y no sólo en un momento puntual.
Hace unos días Toniza-Ecologistas en Acción de Chiclana recibió el aviso por parte de un particular, que el pasado 22 de junio comprobó la aparición de decenas de rayas muertas en los aledaños del Castillo de Sancti Petri. Llamaba la atención que fueran muchas en un mismo momento y en un mismo lugar.
Por parte de Toniza-Ecologistas en Acción de Chiclana se comunicó el hecho al Parque Natural Bahía de Cádiz, de lo que no tenían conocimiento, así como a la propia Delegación Territorial en Cádiz de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, como administración competente. Además, se hizo lo propio con el Ayuntamiento de San Fernando y de Chiclana.
Estos días, esta Asociación ha estado indagando sobre las causas y, aunque no se sabe con certeza, desde el Parque Natural se nos ha respondido que la causa más plausible es que fueran descartes de pesca de algún barco pequeño, ya que no es habitual ver descartes tan cerca de la costa. También se nos apuntó que el Parque Natural no es competente en este asunto, pues sus límites no se extienden en el mar, quedando a la espera de respuestas provenientes de una investigación más a fondo para esclarecer lo sucedido y poner fin a estas malas prácticas, aunque desde la Delegación Territorial aún se sigue sin respuesta…
El descarte consiste en la devolución al mar de las capturas no deseadas, vivas o no, por diferentes razones: no alcanzar la talla mínima, no disponer de cuota suficiente, o bien por determinadas normas de composición de las capturas.
La hipótesis relativa a que puedan ser descartes de pesca se basa en que las rayas no tenían daños aparentes de ataque de ningún animal, y que cualquier otra causa haría que aparecieran en más ocasiones y no sólo en un momento puntual.
El descarte ha sido una práctica que se ha llevado a cabo impunemente a lo largo de años, y que aún hoy sigue, provocando la merma de poblaciones de especies marinas.
Desde el 1 de enero de 2016 la Unión Europea prohibió esta práctica y obliga a llevar a cabo el desembarque. Esto implica que la tripulación debe subir a bordo todo el pescado capturado, anotar las cantidades en el diario de a bordo, distribuirlo en cajas con su hielo, y llevarlo al puerto. Si se capturan especies para las que no se tiene una cuota asignada, se deducirá la cantidad de las especies que sí se tienen adjudicadas. En el caso de los ‘pezqueñines’ (los juveniles) y otras especies sin valor la norma dice que no se podrán utilizar para consumo humano. Toda la flota española y todos los caladeros nacionales (Cantábrico, Golfo de Cádiz y Mediterráneo) se ven afectados por ella.
Las malas prácticas en la pesca han supuesto, no ya solo un desequilibrio en el ecosistema, sino también un perjuicio para el propio sector económico de la pesca, que debe permitir el desarrollo sostenible de las especies marinas en el tiempo. Actualmente, se sabe que España no podría responder a la demanda de consumo de pescado existente en nuestro país solo con la explotación de sus caladeros. Es, por esta razón, que gran parte del producto de la pesca llega hoy día de países extranjeros, como Marruecos o Mauritania.
Por todo ello, desde Toniza-Ecologistas en Acción de Chiclana apelamos por el seguimiento de la normativa, la cual la administración debe hacer que se cumpla. También al compromiso de los trabajadores del mar por abandonar estas prácticas como de la ciudadanía para que no las tolere. Todo para que dejemos de presenciar imágenes tan tristes como despreciables como la que tenemos ahora con decenas de rayas muertas en Sancti Petri.